Los piercings orales son una forma de autoexpresión y se han vuelto cada vez más populares entre los adolescentes y, aunque puedan parecer inofensivos, esta forma de arte corporal puede traer algunas complicaciones, incluidos problemas de salud bucal. Se pueden perforar muchas áreas de la boca, pero la lengua y los labios son los lugares más comunes. Debido a que el área está continuamente expuesta a la humedad, se convierte en un caldo de cultivo ideal para las bacterias, que a veces causan efectos secundarios adversos para la salud.
Cómo los piercings orales pueden afectar la salud bucal
Los piercing en la lengua pueden provocar infección e hinchazón si no se cuidan adecuadamente. Dependiendo de la salud general de una persona, estas infecciones pueden causar otros problemas de salud. Sin embargo, estos no son los únicos efectos para tu salud. Las joyas en sí pueden romperse en la boca y dañar o cortar el interior de las mejillas, la lengua o la garganta. También puedes romperte los dientes mientras comes, hablas o duermes debido al metal del piercing. La mayoría de las veces se trata de problemas relativamente menores, pero siempre existe la posibilidad de que sean más graves.
Otros efectos del piercing bucal sobre la salud bucal:
- Dificultad para hablar, masticar y tragar.
- Lengua, encías y empastes dañados.
- Dificultad para tomar una radiografía de los dientes.
- Reacción alérgica al metal en joyería.
Dientes astillados o agrietados
Es fácil que las joyas golpeen los dientes al hablar o comer. Este contacto frecuente puede romper el esmalte dental. Morderlo también puede causar grietas que se extienden hasta los nervios del diente, lo que podría requerir un tratamiento de conducto para repararlo. Debido a estos efectos perjudiciales se desaconseja el uso de piercing en lengua y labios. Debido a los riesgos que implica, como daño a los dientes, el camino más seguro es evitar la perforación oral por completo.
Cómo evitar problemas
Si ya tienes un piercing bucal y sigues los pasos correctos, podrás seguir teniendo buenos dientes y salud bucal. Cuidar adecuadamente tu piercing te ayudará a mantener una buena higiene bucal y evitar cualquiera de los problemas mencionados anteriormente. Primero, comienza por elegir el tipo correcto de joyería que se adapte bien a la ubicación de tu boca y no cause daños si choca contra tus dientes.
Además, evita jugar con el piercing con la lengua o los dientes. Puede resultar tentador, pero tienes el potencial de dañar los dientes y las encías. Además, revisa el piercing diariamente para asegurarte de que los extremos estén correctamente sujetos. Mantenga el sitio limpio y libre de suciedad o partículas de comida usando un enjuague bucal después de cada comida. Comprueba periódicamente el ajuste del anillo para evitar que se suelte al ser tragado o mordido accidentalmente. Si practicas algún deporte, quítate las joyas y vuelve a insertarlas cuando hayas terminado.
Dónde está el piercing puede marcar la diferencia
Si tienes un piercing en la lengua, asegúrate de usar bolas de polímero para reducir el riesgo de dañar tus dientes. Elija una bola más pequeña para la parte inferior de su lengua para reducir el riesgo de contacto con su sublingual. Más importante aún, mantenga su boca lo más limpia posible cepillándose y usando enjuague bucal después de cada comida.
Practica una buena higiene bucal
Cuando tienes un piercing bucal, practicar una higiene bucal básica debería ser una prioridad aún mayor. Siga estrictamente las recomendaciones de un profesional de cepillarse los dientes y usar hilo dental dos veces al día. Lo último que deseas es que se desarrolle una infección.
.
En la Clínica Arancha Otero, somos expertos en tratamientos de salud dental. Para más información no dude en acudir a nuestra clínica.