Los implantes dentales pueden durar décadas o más con un cuidado y mantenimiento adecuados, una buena rutina de higiene bucal y controles regulares con tu dentista.

Cada persona es diferente y la vida útil de tus implantes depende de factores como:

• Cómo usas tus dientes
• Tu dieta
• Tu estilo de vida

¡Sigue leyendo para descubrir algunos consejos sobre cómo puede mantener sus implantes dentales y mantenerlos en óptimas condiciones durante más tiempo!

Cómo cuidar tus implantes dentales

Hay algunas cosas que puede hacer para extender la vida útil de tus implantes dentales y evitar que se dañen o se rompan.

Mantén una buena higiene bucal

Una buena rutina de higiene bucal es esencial para todos, pero es especialmente importante para mantener tus implantes dentales y, afortunadamente, cuidarlos es muy similar a cuidar tus dientes naturales.

Trate de cepillarse los dientes dos veces al día con una pasta de dientes no abrasiva (los materiales abrasivos pueden dañar la superficie lisa de su implante y provocar el crecimiento bacteriano). Asegúrate de centrarte en las zonas donde se acumula placa, como los laterales de los dientes y alrededor de los implantes, para ayudar a prevenir enfermedades de las encías.

El uso del hilo dental también es esencial para evitar que se acumulen partículas de comida y placa entre los dientes y los implantes. Existen muchas herramientas que te ayudarán a utilizar el hilo dental con implantes, como los irrigadores bucales y el hilo dental especial.

Combinado con el uso del hilo dental y el cepillado, un enjuague bucal antibacteriano también es una gran idea para eliminar las bacterias.

Visita a tu dentista con regularidad

Los controles regulares con tu dentista van de la mano con una buena higiene bucal, ya que tu dentista podrá controlar el progreso de tus implantes, detectar cualquier problema de forma temprana y darle a tus dientes la limpieza profesional que necesitan para mantener su mejor aspecto. Recomendamos al menos dos visitas al dentista al año.

Tu dentista también tendrá sus propios consejos para que sigas sobre el mantenimiento de tus implantes dentales, por lo que debes seguir sus instrucciones por encima de todo.

Controla los factores de riesgo

Algunas condiciones preexistentes o elecciones de estilo de vida pueden influir en la salud y longevidad de sus implantes dentales (así como de tus dientes naturales), incluyendo:

• Diabetes no controlada
• Fumar
• Ser propenso a enfermedades de las encías

Es importante hablar sobre estos factores con tu dentista antes de colocarse implantes dentales. Siempre que sea posible, mitigue estos factores de riesgo manteniendo una buena rutina de higiene bucal.

¿Qué debo hacer si se rompe un implante dental?

Si bien es poco frecuente que un implante dental se rompa, a veces puede dañarse como resultado de:

• Demasiada presión durante la curación antes de que el hueso y el implante se hayan fusionado
• Un tornillo roto en el pilar
• Desgaste general de la restauración unida al implante por comer alimentos duros.

La parte más probable de su implante que se dañe o se rompa es la restauración dental (o corona dental) en lugar del implante dentro de su mandíbula. Si su restauración se rompe, su dentista generalmente puede reemplazarla con una nueva corona tomando impresiones de tu boca, con relativa facilidad.

Si hay un problema con su implante, su dentista puede quitarlo y reemplazarlo. Afortunadamente, si el pilar o el tornillo se rompen, se puede reparar sin reemplazar el implante.

Si cree que su implante dental está roto o dañado, programe una cita con tu dentista lo antes posible para investigar el problema.

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Los implantes dentales se han utilizado durante décadas para reemplazar conjuntos únicos, múltiples y completos de dientes perdidos. Gracias a los avances en tecnología y las inversiones de los dentistas en capacitación, equipos, personal, profesionalismo y excelencia, los implantes tienen una tasa de éxito del 95 al 95% según lo determinado por múltiples estudios.

Cómo cuidar un implante

Los materiales de los que están hechos tus implantes no son en sí mismos vulnerables a las bacterias, pero los tejidos alrededor del implante y la restauración son vulnerables a las bacterias, las caries y las enfermedades de las encías. Las caries en los dientes adyacentes y las enfermedades graves de las encías en el área de los implantes pueden destruir el tejido alrededor del implante. Una posible infección específica del implante llamada periimplantitis puede resultar de una mala higiene bucal, así como de fumar tabaco, una deficiencia del sistema inmunológico, un bit desalineado, hábitos como el sueño o el bruxismo despierto y reacciones alérgicas raras al implante en sí. Para eliminar el factor de riesgo más común para desarrollar periimplantitis (la mala higiene bucal), sigue estas sencillas recomendaciones para cuidar tu implante:

• Cepíllate los dientes al menos dos veces al día centrándose intencionalmente en limpiar el implante cada vez.
• Utiliza un cepillo de dientes de cerdas suaves y una pasta de dientes no abrasiva o poco abrasiva.
• Cuando cepilles el implante, cepilla minuciosamente alrededor y debajo de la corona.
• Para asegurarte de limpiar entre el implante y los dientes vecinos, utilice un cepillo interdental. Un cepillo interdental es un cepillo pequeño diseñado específicamente para limpiar entre los dientes. El uso de un cepillo interdental no sustituye al uso de hilo dental entre los dientes ni al cepillado de todos los dientes, pero es una forma adicional y esencial de garantizar la salud de su implante.
• Utiliza hilo dental diariamente, incluso entre el implante y los dientes vecinos y a lo largo de las encías alrededor del implante.
• Semanalmente, un irrigador bucal, que utiliza agua a presión para limpiar los restos de encías y dientes.

En tus revisiones dentales regulares, tu dentista limpiará tu implante utilizando herramientas especiales específicas para implantes y se asegurará de eliminar toda la placa, el sarro y las bacterias en su boca, en sus encías y alrededor de su implante para minimizar el riesgo de desarrollar peri- implantitis.

¿Cuáles son los síntomas de la periimplantitis?

El dentista puede diagnosticar y confirmar la presencia de periimplantitis de forma rápida y no invasiva durante un examen dental con confirmación mediante una radiografía (un tipo de radiografía). Si experimentas alguno de los siguientes síntomas y no has asistido recientemente a un examen dental, programa una cita con un dentista cercano para un examen exhaustivo de tu implante y tus encías:

• Si el implante se siente ligeramente tambaleante o flojo, en cualquier medida
• Si tus encías alrededor del implante se ven rojas, hinchadas e inflamadas
• Si tienes mal aliento persistente
• Si siente mal sabor de boca y/o nota alguna secreción o sangrado alrededor del implante
• Si puede ver el implante en sí (a diferencia de la corona adherida a ese implante)
• Si tiene fiebre inexplicable

Muchos de esos síntomas son similares o están relacionados con los de una enfermedad grave de las encías, lo que también es un motivo esencial para consultar con un dentista. Los síntomas son potencialmente más graves si tiene un implante dental, independientemente del tiempo que haya pasado desde que lo recibió.

Obtener un examen y diagnóstico oportuno aumenta la cantidad de opciones de tratamiento para restaurar y proteger su salud e incluso salvar su implante. Si bien las complicaciones e infecciones relacionadas con los implantes son poco comunes, la periimplantitis puede (si se ignora o se permite que progrese durante demasiado tiempo) provocar la pérdida del implante y causar infecciones sistémicas en otras partes del cuerpo. Si tienes un implante y alguna vez experimenta estos síntomas, comunícate con un dentista lo más rápido posible.

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En la clínica creemos que todos nuestros pacientes deben saber y comprender cuáles son las consecuencias de la pérdida de dientes. Algunas de las consecuencias son fáciles de ver y sentir: la falta de un diente puede dificultar comer y puede cambiar significativamente la apariencia de tu sonrisa. Hay muchas consecuencias de la pérdida de dientes que quizás no consideres hasta que las hayas experimentado de primera mano. La pérdida ósea en la mandíbula y la pérdida adicional de dientes son un síntoma común de la pérdida de dientes. Afortunadamente, podemos restaurar tu sonrisa a su belleza y función originales con la ayuda de implantes dentales y osteointegración.

¿Qué es la oseointegración?

La osteointegración describe el proceso de curación que tiene lugar alrededor de un objeto extraño que se inserta en el cuerpo. La mayoría de las sustancias extrañas son rechazadas por el cuerpo, considere las astillas, por ejemplo. Cuando recibe una astilla, la piel alrededor del sitio se enrojecerá e hinchará, a veces con picazón. El sitio podría incluso infectarse y se formará pus en un intento de descomponer o expulsar el material extraño de madera del cuerpo. La osteointegración ocurre cuando el cuerpo no intenta rechazar la sustancia extraña, sino que la acepta y crece a su alrededor.

Pérdida ósea después de la pérdida de dientes

La pérdida de dientes a menudo conduce a la pérdida de hueso en la mandíbula, lo que puede provocar una mayor pérdida de dientes y un deterioro de la salud bucal en general. Sin embargo, ¿por qué la pérdida ósea es un síntoma de la pérdida de dientes y cómo conduce a una mayor pérdida de dientes?

Al igual que cualquier otra parte de tu cuerpo, el hueso de la mandíbula necesita una cierta cantidad de uso o estímulo para mantenerse saludable. Si pierde ese estímulo, comenzará a retroceder con el tiempo. El hueso de la mandíbula se basa en las raíces de los dientes para su estímulo regular. Cuando se pierde un diente, la mandíbula pierde la estimulación de la que depende para mantenerse saludable. A medida que el hueso retrocede, comenzará a afectar los dientes que están al lado de donde alguna vez estuvo el diente perdido. Debido a que los dientes dependen del hueso de la mandíbula para su soporte, la pérdida ósea puede conducir fácilmente a una mayor pérdida de dientes.

¿Qué papel juega el titanio?

El titanio juega un papel fundamental en los campos médico y dental porque es uno de los pocos materiales que el cuerpo acepta y con el que se osteointegra. Cuando un material se acepta fácilmente en el cuerpo, lo llamamos biocompatible. El titanio es el material de implante más común para el reemplazo de huesos y dientes porque los huesos de nuestro cuerpo pueden sanar a su alrededor. La mayoría de los postes de implantes dentales, que son la parte de los implantes dentales que se insertan quirúrgicamente en el hueso de la mandíbula, están hechos de titanio. Colocamos los postes del implante en el hueso de la mandíbula y les damos tiempo para que cicatricen. Durante el proceso de cicatrización, el hueso de la mandíbula crece alrededor de los postes del implante y forma un fuerte vínculo mecánico con la base de sus futuros implantes dentales.

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Para las personas a las que les falta uno o varios dientes, los implantes dentales son la opción de reemplazo dental más efectiva disponible. No solo se ven y se sienten más naturales que las dentaduras postizas y los puentes, sino que también son más resistentes, fuertes y duraderos. Los implantes dentales son la única solución de reemplazo de dientes que imita toda la estructura del diente, desde la raíz hasta la corona, lo que les brinda la ventaja adicional de fortalecer la mandíbula. Debido a que los implantes dentales involucran un poste de titanio que se inserta quirúrgicamente en la mandíbula, los candidatos deben tener suficiente hueso maxilar para sostener el implante. Desafortunadamente, la pérdida de la mandíbula es común en personas a las que les faltan dientes desde hace mucho tiempo, incluso si han usado otras soluciones de reemplazo de dientes. Entonces, ¿qué causa la pérdida ósea en los dientes? ¿Se puede solucionar?

¿Qué causa la pérdida de hueso en los dientes?

Las cuatro causas principales de la pérdida de la mandíbula incluyen:

1. Dientes perdidos

La falta de dientes es una de las principales causas de la pérdida de la mandíbula. Los dientes y la mandíbula tienen una relación mutuamente beneficiosa. El maxilar ancla los dientes en su lugar y les proporciona la estabilidad para morder y masticar. La presión de morder y masticar a su vez estimula la mandíbula, reforzándola y manteniéndola sana y fuerte.

Cuando se cae o se extrae un diente, la mandíbula ya no recibe la estimulación de morder y masticar en esa zona. En poco tiempo, el cuerpo comienza a reabsorber los minerales que componen las células óseas, distribuyéndolos a otras áreas donde son más necesarios. Esto hace que la mandíbula se atrofie (encoja) y sucede bastante rápido. Dentro del primer año después de la extracción, se pierde aproximadamente el 25% del hueso del área. Aunque la tasa de atrofia disminuye después de aproximadamente 18 meses, continúa después de ese tiempo.

2. Enfermedad periodontal

La enfermedad de las encías es otra causa importante de la pérdida de la mandíbula. Durante la etapa inicial, la gingivitis, las encías se inflaman y se vuelven sensibles, y pueden sangrar al cepillarse, pero es reversible con el cuidado dental adecuado. Sin embargo, si no se trata, la gingivitis se convierte en periodontitis o enfermedad avanzada de las encías, que implica una infección debajo de la línea de las encías. Con el cuidado adecuado, la periodontitis se puede detener pero no revertir. El daño de la periodontitis puede incluir encías retraídas, mal aliento, ligamentos dañados y pérdida ósea. Los candidatos calificados para implantes dentales no pueden tener enfermedad periodontal activa.

3. Infección dental

Las infecciones dentales a menudo resultan en una gran cantidad de dolor que hace que el individuo busque tratamiento de inmediato. Pero algunas infecciones dentales son asintomáticas y pueden pasar completamente desapercibidas. A pesar de la falta de dolor, la infección aún causará daño, ya que las bacterias dentro de la raíz del diente crean toxinas inflamatorias que se propagan a la mandíbula, lo que reduce el flujo de sangre al área y hace que se encoja.

4. Tumores y quistes

Los tumores, quistes y otras anomalías también pueden afectar la salud de la mandíbula. Hay diferentes tipos de crecimientos que pueden ser responsables de la pérdida de la mandíbula, incluidos quistes llenos de líquido y tumores benignos o cancerosos formados por células que se dividen a un ritmo anormal.

La pérdida de la mandíbula es silenciosa y puede pasar desapercibida hasta que los dientes se aflojen. Esta es una de las muchas razones de la importancia de las visitas regulares al dentista. A través de radiografías y otros exámenes, su dentista detectará signos de problemas dentales en sus primeras etapas, evitando así daños y complicaciones posteriores.

Tratamiento para la pérdida de la mandíbula

El mejor tratamiento para la pérdida de la mandíbula dependerá de su causa. Ya sea que la pérdida de la mandíbula sea causada por una infección en las encías, los dientes o el hueso, la infección debe tratarse primero. Si la pérdida ósea es causada por un tumor, un quiste u otro crecimiento, también será necesario tratarlo primero. Una vez que se ha abordado la causa de la pérdida ósea, se puede usar un injerto óseo dental para reconstruir la mandíbula y prepararlo para los implantes dentales. El injerto óseo te ayudará a convertirse en un mejor candidato para los implantes dentales, pero es importante recordar que el injerto óseo deberá sanar durante unos meses antes de que se pueda colocar el implante.

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En la Clínica Arancha Otero, somos expertos en tratamientos de salud dental. Para más información no dude en acudir a nuestra clínica.

Después de recibir tus implantes dentales, querrás cuidar tu inversión. Una vez que han sido colocados quirúrgicamente por un profesional capacitado, los implantes dentales pueden durar toda la vida. Sin embargo, aún debes seguir algunos pasos para asegurarte de que tus implantes, y la boca en general, se mantengan saludables.

A continuación te explicamos varias formas en que puedes proteger tus implantes dentales:

1. Cepíllate y usa hilo dental regularmente.

Incluso si has recibido implantes dentales de boca completa, aún necesitas cuidar tus encías. Esto incluye cepillarlos con un cepillo de dientes extra suave y usar hilo dental si es posible. Es fácil usar hilo dental alrededor de implantes individuales, es conveniente hablar con tu dentista sobre la mejor manera de incorporar el hilo dental en tu rutina.

2. Asiste a todas tus revisiones dentales.

Debes visitar a tu dentista al menos dos veces al año. Después de todo, los dentistas no solo centran su atención en los dientes. También se concentran en ayudar a pacientes como tu a mantener una salud bucal óptima y evitar problemas como la enfermedad de las encías, el cáncer y el trastorno de la ATM. En cada visita, tu dentista se asegurará de que tus implantes dentales y coronas o prótesis se vean bien.

3. Pregunta a tu dentista sobre cualquier duda.

Cuando son colocados, los implantes dentales tienen una tasa de éxito muy alta. De vez en cuando, sin embargo, los implantes dentales pueden fallar. Por esta razón, debes comunicarte con tu dentista de inmediato si experimentas hinchazón alrededor del implante, el implante parece estar flojo, el área del implante comienza a sentir hormigueo o dolor, el sitio del implante huele desagradable o nota que sale pus de las encías alrededor. Cuanto antes avises a tu dentista, menos posibilidades tendrás de perder el implante.

4. Come los alimentos que tu dentista te recomiende después de la cirugía.

Una vez que tu cuerpo se haya curado por completo de la cirugía de implante, puedes comer lo que quieras. Hasta entonces, sige las instrucciones de tu médico. Ejercer demasiada fuerza sobre un nuevo implante puede debilitarlo y prolongar el tiempo que tarda en fusionarse con el hueso de la mandíbula. Recuerda que tienes toda la vida para comer alimentos duros y crujientes: puedes esperar unos meses para que tu implante tenga el tiempo que necesita para estabilizarse.

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