No somos conscientes de algunos peligros hasta que sufrimos en carnes –en este caso, dientes- propias los efectos de las malas prácticas o costumbres dañinas. Todos sabemos cuáles son los hábitos positivos para nuestra dentadura y cuáles los negativos. Sin embargo, a la hora de la verdad, por las razones que sean, no nos damos cuenta e incurrimos en malos hábitos que pueden traer serias consecuencias para nuestra salud bucodental. Nos referimos a prácticas tan extendidas como quitar chapas a botellas de refresco con los dientes, cascar nueces o mordisquear bolígrafos o lapiceros. Recurrir a estas malas costumbres nos pueden llevar a consecuencias tan desagradables como la rotura e incluso la pérdida total o parcial de alguno de nuestros dientes, o varios de ellos.
El objetivo de este post, por tanto, no es otro que reunir algunos de esos hábitos poco saludables, con el objetivo de que los retengas en la memoria y te lo pienses dos veces la próxima vez que se te plantee una situación en la que consideres recurrir a ellos. Pues las consecuencias pueden salir muy caras a tu boca, y también a tu bolsillo. Ahí van…
– Como decíamos, abrir con los dientes los tapones metálicos de botellas de refresco puede ser un acto muy masculino y una demostración total de fortaleza dental. Una demostración muy presumida que puede salir muy mal si la consecuencia es, por ejemplo, la fractura de uno de nuestros dientes. Evita este comportamiento. Seguro que tienes un abridor específico para este fin muy cerca y presumirás mejor de dentadura si no te falta en ella ninguno de sus componentes.
– Siguiendo el mismo orden marcado al principio, cascar nueces con los molares suele ser también un motivo de visita al dentista. Al igual que en el caso de las botellas, existen pequeñas herramientas especiales para la apertura de nueces y otros frutos secos. Utilízalos.
– Los palillos de dientes. Hace décadas que los odontólogos tratan de erradicar esta vieja costumbre de hacer uso de palillos para limpiar restos de comida de entre nuestros dientes. El hilo dental es lo adecuado para realizar esta acción y no representa ningún peligro para nuestra dentadura.
– El aburrimiento y la actitud distraída, en unos casos, y los nervios, en otros casos, suelen estar detrás del hábito de mordisquear bolígrafos y lápices. Su función, sin embargo, no es otra que la de facilitarnos la escritura. Se trata de una mala costumbre que suele darse entre niños en edad escolar y estudiantes.
– Es importante utilizar el cepillo de dientes más adecuado y adaptado a nuestro tipo de dientes. Si nuestro esmalte es delicado, usaremos un cepillo de dientes suave, de cerdas más blandas. Cerdas demasiado duras pueden dañar el esmalte dental y también las encías. Junto a ello, realiza el cepillado de forma adecuada, no seas excesivamente brusco o también correrás peligro de que tu esmalte se vea dañado.
– No mastiques hielo. Puede causar fracturas en tus piezas dentales.
– Existen cubiertos e instrumentos especiales para abrir los caparazones y otras partes del marisco. No utilices los dientes, puedes dañarlos, y no sólo a ellos, también las encías, lengua, paladar, labios… etcétera.
– Otra mala práctica que solemos cometer con los dientes es rasgar las etiquetas de la ropa nueva y de otros artículos para retirarlas. Utiliza las tijeras para cortar el plástico, seguro que tienes algunas relativamente cerca y no te harás daño.
– Por último, los dientes tampoco son cortaúñas. Además de ser poco higiénico, no es bueno para tus dientes y tampoco para tus uñas. Utiliza las herramientas a tu disposición para este fin.
Seguro que existen más malas prácticas que ponen en riesgo la salud de nuestros dientes. En la medida de lo posible, evítalas, y estarás protegiendo tu salud dental. Y recuerda acudir periódica y puntualmente a tu encuentro con el dentista y mantener una higiene bucodental adecuada y cons
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