Lo queremos o no, uno de los problemas que con mayor incidencia afecta a nuestra vida diaria es el estrés; inofensivo a primera vista pero que puede afectar a muchos aspectos de la salud humana. Incluida la bucodental.
Está demostrado que el estrés puede ser el origen de dolores de cabeza, problemas musculares, acumulación de cansancio y de otros muchos trastornos. ¿Cómo se deja notar el estrés en ocasiones en la cavidad bucal? Aquí se enumeran algunos ejemplos:
- Es el estrés el que se encuentra detrás de la aparición del bruxismo en muchas ocasiones, es decir, de ese molesto rechinar de los dientes una y otra vez, sobre todo en horario nocturno, mientras dormimos. Es consecuencia de las tensiones acumuladas en nuestro cuerpo y, lo peor, muchas veces ni somos conscientes de ese bruxismo, que acaba generando problemas en los maxilares y en la mandíbula y el desgaste de los dientes.
- El estrés puede ser caldo de cultivo para el desarrollo de patologías como la gingivitis o la caries. En ocasiones comemos demasiado deprisa y no cumplimos correctamente con la higiene bucodental, saltándonos procesos como el uso habitual del hilo dental. Así, la placa bacteriana se acumula y desarrolla problemas bucodentales.
- Periodontitis o piorrea. El cortisol es la hormona del estrés, y es capaz de generar una inflamación en diferentes lugares de nuestro organismo, entre ellos en las encías, lo que incrementa el riesgo de patología periodontal.
- La prisa influye en una incorrecta alimentación, entre otras cosas provocando el picoteo entre horas, lo que complica la higiene bucodental. Mucho más en personas que fumen habitualmente o que beben alcohol de forma habitual. Ello es germen para la aparición de las llamadas aftas dentales, ya que el sistema inmunitario se debilita.
- La sensibilidad de los dientes aumenta por el desgaste de los mismos y la retracción de las encías.
- Boca seca. Es habitual que el estrés afecte a la saliva, que se genera en menos cantidades, produciéndonos esa sensación de boca seca. Ocurre lo mismo con la toma de determinados medicamentos.
Para intentar rebajar esos niveles de estrés, aquí os dejamos algunos consejos prácticos:
– Ante situaciones complicadas o de estrés, intente adoptar siempre una visión positiva
– Es bueno aprender a relajarse, ya sea con determinadas técnicas o con la práctica de actividades que lo provoquen
– Duerma las horas necesarias. No descansar lo recomendable genera estrés
– Siga una dieta adecuada e hidrátese con frecuencia
Fotografía: www.freedigitalphotos.net
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