Cuando alguien te sonríe, ¿qué es lo primero que ves? ¿Sus dientes? ¿Sus ojos? ¿Su lenguaje corporal?
Probablemente no notes sus encías. Pero las encías no pueden pasarse por alto cuando se trata de la salud bucal. Mantenerlos en buena forma con el cepillado dos veces al día y el uso diario de hilo dental es clave para tener dientes sanos, una boca sana e incluso un cuerpo sano.
¿Qué son las encías retraídas?
Piensa en una planta de interior. Si quitaras la tierra de sus raíces, ¿qué pasaría? Tarde o temprano, las raíces quedarían expuestas al aire. Ya no podían obtener el agua y los nutrientes que necesitaban. Eventualmente, la planta se debilitaría, sus raíces se desmoronarían y la planta moriría.
La recesión de las encías funciona de la misma manera. También llamado “retracción de las encías”, es un proceso en el que el tejido de las encías que rodea los dientes se encoge o se desgasta. Mientras esto sucede, se descubren las partes inferiores y las raíces de los dientes. Eventualmente, las encías pueden encogerse tanto que las raíces de los dientes quedan casi completamente expuestas. Esto les roba nutrientes y los deja abiertos al ataque de bacterias.
Si no se trata, la retracción de las encías puede provocar la pérdida de dientes. Peor aún, el hueso y el tejido de la boca y la mandíbula pueden dañarse. Luego, las bacterias en la boca pueden incluso viajar a otras partes del cuerpo, como el corazón y los pulmones.
¿Qué lleva a ellos?
Muchas cosas pueden desempeñar un papel en la retracción de las encías. Aquí hay algunas:
- Infección o enfermedad oral (periodontitis)
- Genética
- Cepillarse los dientes demasiado fuerte
- Atención dental deficiente o insuficiente
- Cambios hormonales (menopausia, embarazo)
- El consumo de tabaco
- Rechinar o apretar los dientes (“bruxismo”)
- Dientes torcidos o “mordida” mal alineada
- Piercings en los labios o la lengua
- Accidentes o traumatismos
- Inmunidad reducida debido a leucemia, VIH/SIDA o quimioterapia
- Diabetes
- Envejecimiento
- Nutrición pobre
- Ciertos medicamentos
- Abuso de drogas
- Trabajos dentales como coronas o puentes que no se ajustan correctamente
Con tantos factores, no es de extrañar que la retracción de las encías sea un problema común.
¿Cómo sé si mis encías están retrocediendo?
A menudo, las encías retroceden muy lentamente, a veces con el paso de los años. Por lo tanto, vale la pena vigilar tus encías. Acostúmbrate a mirarte los dientes en un espejo. ¿Parece que tus dientes se están alargando? ¿Los espacios entre ellos se ven más grandes de lo que solían ser, especialmente en la parte inferior de los dientes?
Intenta pasar un dedo por tus dientes. En caso de retracción de las encías, a menudo puede sentir una muesca donde solía estar la línea de las encías.
La sensibilidad es un signo muy común de que las encías están retrocediendo. Si sus dientes se sienten más sensibles a los alimentos o líquidos fríos y calientes, consulte a su dentista.
Alertas muy tempranas
Debido a que la enfermedad llamada periodontitis a menudo conduce a la recesión de las encías, nuestra clínica ofrece una guía para reconocer los primeros signos de advertencia:
- Encías hinchadas
- Encías de color rojo brillante o púrpura
- Encías que se sienten sensibles al tacto
- Pus entre los dientes y las encías
- Un mal sabor de boca
- Un cambio en la forma en que los dientes encajan cuando muerdes algo
- Diente flojo
- Mal aliento
- Nuevos espacios que aparecen entre los dientes
- Sensibilidad al calor y al frío
Tratamientos para la retracción de las encías
Ha habido grandes avances en el tratamiento de la recesión de las encías. Si crees que podrías tener un problema, lo más inteligente que puedes hacer es ver a un dentista de inmediato.
En muchos casos, la primera línea de tratamiento es simplemente eliminar lo que está causando el problema. Aquí hay algunas cosas que tu dentista puede sugerir:
- Mejora tu cuidado dental
- Dejar de fumar o usar productos de tabaco
- Asegúrate de comer bien
- Cepíllese los dientes con un cepillo de dientes muy suave al menos dos veces al día.
- Use hilo dental suave y diariamente
- Retire los piercings que puedan rozar las encías y los dientes.
- Visita a tu dentista o periodoncista (especialista en enfermedades bucales) con regularidad
Si las encías retraídas no responden, tu dentista puede recomendarle una cirugía. Hay muchas opciones. Los más populares son los “injertos de tejido de las encías”. En estas cirugías, se extraen pequeñas cantidades de tejido sano de otro lugar, como el paladar, y se adhieren a las áreas retraídas.
Así que ve a tu dentista y cuida tus encías. Son la base de una sonrisa saludable que puede durar el resto de tu vida.
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En la Clínica Arancha Otero, somos expertos en tratamientos de salud dental. Para más información no dude en acudir a nuestra clínica.
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