Cuando se trata del cuidado dental, es muy fácil caer en la rutina de hacer lo mínimo: cepillarse los dientes por la mañana y por la noche. Sin embargo esto no es suficiente para un buen cuidado de tu salud bucodental. Descuidar nuestra rutina de higiene dental, puede conducir a una amplia gama de problemas, que incluyen halitosis, gingivitis y caries.
Pero, ¿qué es exactamente una caries dental? ¿Cuales son los síntomas? ¿Y qué puedes hacer para tratarlos?
¿Qué es una caries dental?
Para comprender las caries, es importante tener un conocimiento básico de la anatomía de un diente. Los dientes se componen de cuatro capas y cada una de ellas desempeña un papel en la salud de tus dientes.
El esmalte es la capa exterior de los dientes y la parte más dura. Existe para proteger tus dientes de los ácidos y las bacterias. No contiene células en regeneración, por lo que si una parte se pierde, se pierde para siempre.
La dentina es la capa que se encuentra debajo del esmalte y es la que ocupa más espacio en un diente. Siempre que una persona experimenta sensibilidad dental, es porque una parte del esmalte se ha erosionado, dejando parte de la dentina expuesta, lo que permite que las sustancias frías y calientes lleguen a las terminaciones nerviosas.
Debajo de la dentina está la pulpa. Está hecho de tejido blando y es donde se encuentran todos los vasos sanguíneos y nervios. Finalmente, la capa más interna es el cemento, que cubre las raíces de los dientes y las une a la mandíbula.
Una caries dental ocurre cuando las capas de los dientes se dañan. Cuantas más capas se vean afectadas, más intenso es el dolor. Si la cavidad llega a la pulpa, el dolor se vuelve extremadamente doloroso.
¿Cuáles son los tres tipos de caries dentales?
1. Cavidades oclusales o de superficie lisa
Una cavidad oclusal solo ha afectado al esmalte. Los síntomas incluyen mal sabor de boca, mal aliento crónico, dolor al masticar, hinchazón de las encías que rodean ese diente y pequeños orificios en el diente. Por lo general, ocurren en los molares (los dientes en la parte posterior de la boca) porque son más difíciles de cepillar y, por lo tanto, es más fácil dejar bacterias.
Las cavidades oclusales se pueden tratar con un tratamiento con flúor. Aunque algunas pastas dentales y el agua del grifo contienen flúor, los tratamientos profesionales contienen los niveles más altos que necesitaría para que sea eficaz.
2. Cavidad de fosas y fisuras
Las cavidades de fosas y fisuras afectan los surcos profundos de los molares. Estos tipos de caries son más comunes en personas que no se cepillan los dientes con la frecuencia que deberían, ya que no hacerlo asegura que las partículas de comida y la placa se acumulen en estos surcos. Con el tiempo, estas partículas y la película comienzan a descomponerse, lo que genera caries.
Las cavidades por fosas y fisuras se pueden tratar con selladores dentales. Estos son recubrimientos delgados que un dentista coloca en la superficie de los dientes para prevenir la caries dental continua. Se adhiere a las ranuras de los dientes y actúa como un escudo para las capas subyacentes.
3. Cavidad de la raíz
Las caries de la raíz se desarrollan, lo adivinó, en la raíz de los dientes y se encuentran debajo de las encías. Cuando una persona tiene una cavidad radicular, los ácidos afectan el cemento. Es más probable que ocurran en personas con encías retraídas, lo que podría deberse a una mala salud bucal o al envejecimiento. Este tipo de cavidad se desarrolla a un ritmo más rápido que los otros tipos de cavidades.
Las caries radiculares se tratan eliminando el área cariada del diente y llenando la parte afectada con resina compuesta. Si la cavidad afecta la pulpa, el área dañada puede eliminarse mediante un tratamiento de conducto. Durante este procedimiento, un dentista sacaría las partes afectadas de la pulpa, limpiaría el área y la sellaría para protegerla de infecciones. Por otro lado, si la cavidad radicular se detecta desde el principio, tu dentista puede detener el proceso de caries haciendo una limpieza profunda para eliminar la placa y aplicando un tratamiento con flúor.
Cómo prevenir las caries dentales
Una buena higiene bucal es fundamental para prevenir la caries dental. Puede que lleve más tiempo hacerlo, pero son tareas relativamente sencillas que te ahorrarán mucho dolor y dinero a largo plazo. Éstas incluyen:
- Cepillarse los dientes después de cada comida, o como mínimo, dos veces al día, durante dos minutos completos cada vez.
- Usar hilo dental todos los días antes de acostarse.
- Reemplazar el cepillo de dientes cada tres meses.
- Limitar o evitar las bebidas azucaradas. Si no quieres hacerlo, lávate los dientes después.
- Programar citas regulares con el dentista para limpiezas. Generalmente, debe ser dos veces al año, pero tu dentista puede recomendarte tres veces al año, dependiendo de tus circunstancias.
En la Clínica Arancha Otero, somos expertos en tratamientos de salud dental. Para más información no dude en acudir a nuestra clínica.
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