Continuando con el recorrido que estamos realizando por el interior de nuestra boca, esta semana, nos detenemos en los dientes premolares que se sitúan entre los caninos y los molares. El tamaño de los premolares es mediano teniendo como referencia a las muelas.
La función de estas piezas dentales es favorecer el trabajo que realizan tanto los dientes caninos como los molares. Siendo una pieza intermedia entre estos. Los premolares se ocupan tanto de desgarrar los alimentos como de participar en su trituración.
Nuestra dentadura tiene ocho premolares, cuatro en la parte superior de la mandíbula y otros cuatro en el maxilar. La forma que tiene la corona de esta pieza dental es pentagonal, aunque bien es cierto que no todos tienen una corona del mismo tamaño ni el mismo número de raíces. Todo dependerá de su posición.
Por ello, los contactos dentarios de los premolares serán proximales y oclusales tanto entre ellos mismos como con los caninos y molares superiores.
La aparición de estas piezas dentarias se produce en torno a los diez u once años de edad, formando parte de la dentadura definitiva de 32 dientes del periodo adulto.
Una buena salud bucodental aconseja un buen cuidado de los premolares, ya que ocupan un lugar muy importante dentro de nuestra boca. Además de los cuidados habituales de nuestros dientes, como lavarlos después de cada comida o el uso del hilo dental, también es muy importante vigilar un buen crecimiento de estas piezas dentales.
Acudir a las revisiones del especialista es la mejor garantía de dientes sanos. Y es que nuestro dentista debe vigilar el correcto crecimiento de los premolares, que en ocasiones pueden provocar problemas de crecimiento en otras piezas. Tal es así que si no se corrige a tiempo la posición de un premolar, es posible que afecte a la aparición de otros dientes con posterioridad, como por ejemplo las muelas del juicio.
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