La buena y plena salud bucodental es muy difícil de garantizar. Y mucho más si metemos de por medio patrones genéticos. Sin embargo, sí existen unos preceptos que, de cumplirse, nos estarían garantizando una protección y prevención para el bienestar de nuestros dientes y encías, y que podemos clasificar en cinco acciones: cepillado de dientes, uso de hilo dental, de enjuague bucal, acudir al dentista periódicamente para la revisión bucodental y una cuidada alimentación.