Nadie ‘peca’ por el hecho de buscar el ahorro a la hora de comprar o adquirir un producto o servicio. Tampoco aquel que compara entre supuestos iguales. Es una condición cotidiana en nuestra sociedad actual.
Sin embargo, no por intentar ahorrarnos unos euros podemos dejar de vigilar la calidad, la profesionalidad o la integridad de un servicio donde la salud está en juego. Y, en el caso concreto que nos aborda, hablamos a la hora de elegir los tratamientos bucodentales con un profesional adecuado y que no escatima en tiempo, cuidado y material en el tratamiento con sus pacientes.
¿Se imagina, por ejemplo, un implante de mala calidad que acaba siendo rechazado de forma virulenta por nuestro cuerpo y que le provoca problemas, infecciones y males mayores? Los euros ahorrados se multiplicarían en gasto a la hora de remediar el problema generado.
Está claro que no se puede meter en el mismo saco a todos, pero, al menos, y esto es un consejo sano, valore y analice con atención los servicios tildados de ‘low cost’ en una clínica odontológica. No dude en obtener toda la información que crea conveniente al respecto. Lo decimos desde la Clínica Arancha Otero de Ávila, pero es que lo dicen desde organismos y colectivos oficiales del sector de la odontología, como, por ejemplo, el Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de la Primera Región (COEM).
Todos conocemos el poder de la publicidad, lo que no debe de llevarnos al error de elegir de forma inadecuada al profesional que nos realizará un tratamiento en la cavidad bucal por el mero hecho de ahorrar. ¿Por qué? Porque ya saben que a veces lo barato puede acabar saliendo caro.
Cuanto más se acerca a la oferta, más lejos estará de la calidad, en muchos casos. Y si el tratamiento bucodental no funciona, el coste, al repetirlo o al intentar paliar un nuevo problema surgido, se multiplica, como advertimos de nuevo.
¿Cómo podemos reconocer una atención bucodental de calidad? En estas líneas le ofrecemos, esencialmente, algunos consejos a tener en cuenta puestos de manifiesto por el propio COEM:
– La colegiación del odontólogo es obligatoria. Quiere ello decir que puede solicitar sin problema ni vergüenza alguna el número de colegiado a un dentista si así lo considera oportuno. Es una forma de comprobar su titulación oficial. Puede consultarlo en www.coem.org.es
– Diagnóstico previo. Es necesario que su dentista –y sólo él- realice una evaluación y análisis previo a cualquier tratamiento, del cual tiene que ser perfectamente informado el paciente. ¡Nada de comerciales de por medio!
– Material de calidad. Los instrumentos y elementos que se utilizan en una clínica dental, así como los materiales, son de un coste e inversión elevados. Por eso hay que desconfiar de los precios excesivamente baratos, low cost.
– Higiene adecuada. Sobra decirlo, pero sí denota que no se cumple, exíjalo o incluso póngalo en conocimiento de las autoridades sanitarias.
– No existen los tratamientos eternos. No se puede garantizar que un tratamiento vaya a durar toda la vida. Desconfíe de quien así se lo dice. Para evitar males mayores, cumpla con las revisiones periódicas recomendadas.
Fotografía: www.freedigitalphotos.net
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