Como su propio nombre indica, las aftas bucales se manifiestan en la boca, formando pequeñas lesiones que, aunque no lo creamos o sepamos, son realmente habituales.
Son llagas o úlceras que se pueden producir en distintas zonas mucosas de la cavidad bucal –base de las encías, la parte interior de las mejillas o de los labios o en el velo del paladar-. Si bien no son contagiosas, es muy posible que vuelvan a aparecer tras su eliminación.
Aunque tienen un aspecto muy similar –tono blanquecino con los bordes rojos-, no se debe confundir las aftas bucales con un herpes labial. De hecho, las primeras aparecen en el interior de la cavidad bucal. Los segundos, en la parte exterior, siendo perfectamente visibles.
En cualquier caso, las aftas bucales no revisten, a priori, gravedad. Éstas son las causas principales que pueden propiciar su aparición:
– Una mala alimentación, lejos de las recomendaciones de salubridad. También por la intolerancia a algunos alimentos concretos
– Un proceso infeccioso
– Intervenciones bucales o afecciones mecánicas, como la causada por un mordisco
– Ausencia de vitaminas, minerales o defensas en las cantidades necesarias, ya que el sistema inmunitario queda expuesto
– Modificaciones hormonales
– Causas hereditarias
Las aftas bucales representan una alteración tan habitual que prácticamente todos nosotros las sufriremos alguna vez en la vida. Y aunque resultan bastantes molestas, suelen acabar desapareciendo por sí solas. Siempre que no existan complicaciones.
Aun con todo, si percibimos que duran demasiado tiempo o que aparecen una y otra vez, sería recomendable consultarlo con nuestro dentista de confianza para descartar la presencia de otra enfermedad que revista mayor gravedad. Por eso, éstos son algunos de los aspectos con los que debemos prestar atención:
– Si las aftas son muy grandes; muy por encima del tamaño habitual
– Si persisten más de tres semanas
– Si tenemos fiebre u otros síntomas importantes, podría darse una infección de importancia.
Lo mejor, en cualquier caso, es siempre prevenir. Y nada mejor que llevar una buena dieta, cumplir adecuadamente con la higiene bucodental y alejarnos de situaciones de estrés continuas.
Fotografía: www.freedigitalphotos.net
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