Cuando pones “cara de asco”, probablemente sea después de probar una comida o bebida que no te gusta. O puede que estés hablando con tus amigos y surgió un tema que no te gustó. Pero, ¿qué pasa si realmente tienes un sabor amargo en la boca que persiste y no estás seguro de por qué? Esto podría justificar una visita al dentista, ya que podría ser un signo de un problema subyacente. Continúe leyendo para aprender de un dentista sobre los indicios de que podría ser crónico, las posibles causas y las opciones de tratamiento.
¿Podría ser un problema crónico?
A diferencia de lo que ocurre al azar, existen algunas señales potenciales de que podrías tener un problema que no desaparecerá simplemente. Si el sabor extraño persiste durante todo el día y es salado, metálico o rancio, debes comunicarte con tu dentista o médico.
Si el sabor amargo es tan fuerte que te distrae de lo que estés haciendo, esto es otra indicación de que algo puede estar mal. Especialmente si el sabor persiste después de cepillarte los dientes, asegúrate de consultar a un profesional de la salud.
¿Cuáles son las posibles causas?
Un sabor amargo persistente puede no ser necesariamente un problema grave, pero existen muchas causas potenciales, entre ellas:
- Reflujo ácido: esta es probablemente la causa más común de sabor amargo en la boca. Los alimentos en el fondo del esófago contienen ácido digestivo y enzimas, lo que explica el amargor.
- Síndrome de los piñones: No es una alergia, es una reacción a los piñones que suele aparecer entre 1 y 3 días después de ingerirlos y puede durar varias semanas.
- Tratamientos contra el cáncer: la radiación y la quimioterapia pueden hacer que muchas cosas tengan un sabor metálico o amargo, incluida el agua.
- Enfermedades e infecciones: cuando tienes una de estas, tu cuerpo libera una proteína que puede afectar las papilas gustativas y provocar una mayor sensibilidad a los sabores amargos.
- Medicamentos y suplementos: aquí hay varios culpables comunes, como la tetraciclina, ciertos medicamentos para el corazón, el zinc o el cobre.
- Boca seca: sin una producción adecuada de saliva, el sentido del gusto puede verse alterado y los alimentos parecen más amargos o menos salados.
- Embarazo: el estrógeno puede alterar las papilas gustativas y muchas mujeres informan un sabor amargo o metálico.
- Síndrome de boca ardiente: A veces ocurre sin causa identificable y afecta principalmente a adultos mayores. Un síntoma es una sensación de sequedad en la boca con sabor amargo o metálico.
Opciones de tratamiento
Evidentemente, esto dependerá de la causa del sabor amargo. Tu médico revisará sus síntomas, tu historial médico, los medicamentos que toma y realizará un examen físico. Es posible que soliciten análisis de laboratorio.
Si se trata de reflujo ácido, es posible que le den antiácidos recetados o de venta libre. Si ciertos medicamentos son la causa, tu médico puede recetarle algo diferente. Es posible que te deriven a un dentista si el médico sospecha que está relacionado con un problema dental o a un endocrinólogo si está asociado con una enfermedad.
Los remedios caseros incluyen beber muchos líquidos y masticar chicle sin azúcar, practicar una buena higiene bucal, hacer cambios para reducir el riesgo de reflujo ácido o pedirle a tu médico que cambie tus medicamentos si sospechas que uno en particular es el culpable.
Tener un sabor amargo persistente en la boca es un problema bastante común y la mayoría de las causas son tratables. Lo inteligente es informar a un médico para que pueda ayudarte a determinar la causa y responder en consecuencia.
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