Todos sabemos que debemos cepillar nuestros dientes, lengua y encías tres veces al día –después de cada comida principal- y durante unos dos minutos para mantener una higiene bucal constante y correcta. Además, el uso del hilo dental es también un aliado fundamental en la garantía de una boca sana y fuerte. Estos hábitos, junto a la visita rutinaria y periódica a su dentista de confianza, son garantía de salud bucodental.
Al margen de este pilar fundamental de la higiene dental, lo cierto es que sí hay un cepillado mucho más importante que los otros dos. El que realizamos antes de acostarnos, antes de dormir, el cepillado nocturno. En este post te explicamos las razones por las cuales el cepillado nocturno es el más importante del día.
- Dormimos una media de siete horas durante la noche. Es decir, entre el cepillado nocturno y el matutino se extiende un periodo mayor que entre el resto de cepillados diarios. De este modo, las bacterias cuentan con mucho más tiempo para actuar y conformar la conocida como placa bacteriana. El tiempo transcurrido entre la cena y el desayuno puede alcanzar las 10 horas. En el caso de que no cepilláramos nuestros dientes después de cenar, el periodo de actuación de las bacterias se ampliaría mucho más, otorgándoles aún más tiempo para dañar nuestra dentadura. ¡No te saltes el cepillado nocturno!
- Durante el sueño disminuyen los niveles de pH de nuestra boca. El pH tiene por función neutralizar los ácidos producidos por la fermentación de los alimentos y que fomentan la aparición de enfermedades dentales, daños en el esmalte o inflamación en las encías. Si no hemos cepillado nuestra dentadura antes de dormir, estos ácidos lo tendrán aún más fácil para causar problemas en nuestra boca.
- Además, por la noche producimos menos saliva. Esta reducción de la saliva de nuestra boca condiciona el pH, ya que actúa como regulador, además de contribuir en la remineralización dentaria. Por tanto, mientras dormimos, nuestros dientes tampoco cuentan con el mismo nivel de protección que les brinda la saliva durante el resto de la jornada.
Estas son las principales razones por las cuales el cepillado antes de dormir es el más importante, lo que no significa que podamos permitirnos el lujo de bajar la guardia tras el desayuno o la comida. Lo recomendable y deseable sería mantener una higiene dental después de cada comida. Además, conviene hacerlo con el cepillo adecuado –cerdas ni muy duras ni demasiado blandas-, durante el tiempo necesario, con un dentífrico que contenga flúor y utilizando colutorio diariamente para reforzar y alargar la higiene de nuestra boca. Si completamos estos hábitos con las revisiones periódicas con nuestro odontólogo, la salud bucodental será completa.
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