¿Quién no ha tirado de mordisco en algún momento de su vida, bien sea en forma de broma o por inercia ante una situación defensiva?
El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define mordisco como el acto de morder algo repetidamente y con poca fuerza, o, una mordedura que se hace en un cuerpo vivo sin causar lesión grave, entre otras acepciones.
Si pensamos en mordiscos, nos vienen a la mente aquellos que nos pueden hacer nuestras mascotas pero también algunos protagonizados por personajes famosos, algunos se han convertido en virales y han sido vistos por miles de personas en los diferentes medios de comunicación actuales.
Mordiscos de película
Hablar de mordiscos en el cine es hablar del vampiro más famoso que ha conocido la gran pantalla, Drácula. Las incontables versiones del Príncipe de las Tinieblas ha inmortalizado mordiscos varios, desde los realizados por Bela Lugosi en 1931 hasta la más conocida versión de Bram Stoker dirigida por Francis Ford Coppola.
Otros personajes como el protagonista de la película ‘El silencio de los corderos’, Hannibal Lecter o Blancanieves, con su inocente mordisco a la manzana envenenada, también nos vienen a la memoria si nos referimos a mordiscos famosos, algunos también en el mundo animal, como es el caso de la película Tiburón.
Deporte a bocados
Quizá por la adrenalina del momento o la tensión de la práctica de la actividad física, lo cierto es que el deporte tiene a más de un campeón del mordisco.
El Rey, por pura reincidencia, es Luis Suárez, actual jugador de fútbol del FC Barcelona Luis Suárez, quien hasta en tres ocasiones ha sido cazado por las cámaras de televisión mordiendo a sus rivales. La última y más sonada fue cuando mordió al italiano Chiellini en el hombro durante un encuentro que enfrentaba a Italia y Uruguay, el pasado Mundial de Fútbol de 2014.
Otros futbolistas como el alemán Oliver Khan o el inglés Defoe también se han sumado a esta extraña “moda” en el terreno de juego que bastantes años antes ya tuvo uno de sus primeros episodios en una disciplina con mucho punch. Fue el protagonizado por Mike Tyson, en 1997 en Las Vegas, cuando en pleno combate dio un mordisco a Evander Holyfield en la oreja. El mordisco fue tan agresivo que le arranco parte de la misma.
Sin duda, Tyson, tenía que contar con unos dientes sanos y firmes para propinar tal mordedura. Así que, ya sabéis, una cuidada y sana dentadura vale para todo. Incluido un mordisco si te vieras en la necesidad. Para ello, no os olvidéis visitar a vuestro dentista para confirmar su perfecto estado y mantener la dentadura sana.
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