Pese a las restricciones; pese a las campañas en su contra; pese a las cargas fiscales; pese a la cantidad de información sobre sus daños que circulan; pese a todo eso y mucho más, el tabaco sigue ocupando un lugar importante en nuestra sociedad.
Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), sigue ocasionando seis millones de muertes al año. Y pese a esto unas 600.000 de esas personas ni siquiera fuman.
Es de gran importancia informar sobre los riesgos que el consumo contante de tabaco reporta para nuestro cuerpo. Además se deberían de promover mas acciones en contra del consumo de tabaco en todos los ámbitos posibles.
Son múltiples los flancos por los que se ve atacada la salud a causa del tabaco, especialmente los relacionados con los sistemas broncopulmonar y cardiovascular (incluso con altas probabilidades de desarrollar cáncer). En este artículo, sin embargo, nos vamos a centrar en los efectos que el tabaco causa en la cavidad bucal. De hecho, muchos dentistas lo consideran el principal problema de la mala salud de sus pacientes.
Consecuencias del tabaco en nuestra salud
Algunas de las consecuencias que ocasiona en nuestra salud bucodental el consumo diario de tabaco son:
- Pérdida del gusto. Sí: el tabaco puede llegar a dañar las papilas gustativas de la lengua, lo que produce una merma a la hora de percibir los sabores. Y eso puede ser un inconveniente para controlar los niveles de sal adecuados en las comidas.
- Cáncer oral. Es la (posible) consecuencia más grave de todas las enumeradas. El consumo de elementos que se encuentran en la composición del tabaco puede conducir a ello, ya que resultan dañadas las células de la boca y la faringe.
- El riesgo de caries aumenta al reducirse la producción de saliva.
- Desarrollo de enfermedades periodontales. Al reducirse el flujo sanguíneo, las encías acaban viéndose afectadas, indefensas ante la acción de la placa bacteriana, que destruye el tejido que sostienen los dientes. Incluso se puede llegar a producir la pérdida de masa ósea, por lo que estas piezas dentales acaban teniendo un soporte menos estable, por lo que se pueden mover o incluso caer.
- El consumo habitual de tabaco provoca que cualquier herida producida en la cavidad bucal tarde en cicatrizar más tiempo de lo que sería normal.
- Cambio de color y aparición de manchas al alterarse el esmalte de los dientes.
- Menor eficacia de los implantes dentales.
- Halitosis o Mal aliento.
En la Clínica Arancha Otero, somos expertos en tratamientos de salud dental. Para más información no dude en pedir cita y acudir a nuestra clínica.
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