Prevención y educación son dos pilares básicos de una buena salud bucodental a lo largo de nuestra vida. Ambos son valores que, para una mejor eficacia, deben de inculcarse desde bien temprano, en edad infantil; de ahí el papel fundamental que deben de jugar los padres para que sus hijos asuman una dinámica de higiene en dientes y encías.
Para apuntalar la idea, el Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de la I Región ha puesto en marcha una campaña bajo la denominación de ‘Salva tus dientes’ a través de la cual ofrece recomendaciones de nociones básicas para los más pequeños, como el cepillado de dientes, la alimentación o cómo actuar en caso de una fractura dental. Éstos son algunos de ellos:
– Los padres serán responsables de supervisar el cepillado de los dientes de los niños mientras éstos no puedan realizarlo por su cuenta.
– Hay que asegurarse de que el tamaño del cepillo de dientes es el correcto, e ir cambiándolo proporcionalmente según crezca el niño.
– Ya desde la erupción de los primeros dientes, se recomienda limpiarlos con un pequeño paño o gasa.
– La alimentación es un factor importante. Hay que evitar que los niños piquen entre horas y controlar el consumo excesivo de azúcar.
– Se recomienda visitar al dentista dos veces al año para cumplir con las revisiones. Detectaremos posibles caries e incluso deficiencias estructurales que pudieran darse durante le etapa de crecimiento.
– El tipo de pasta de dientes para el pequeño la podrá recomendar el propio odontopediatra, al igual que el momento en el que se introduce el uso de flúor. No es necesaria poner más cantidad en el cepillado que la equivalente a un guisante en tamaño.
En caso de rotura de un diente…
Es frecuente encontrar en edades infantiles episodios de rotura, parcial o total, de alguna pieza dental. Según las recomendaciones del Colegio oficial, ésta es la forma adecuada de actuar en ese caso:
– Hay que acudir al dentista con la pieza dañada. Él aplicará el correspondiente tratamiento.
– Presionando con un pañuelo o similar, se puede colocar el diente en el hueco resultante, si hubiera posibilidad, durante el tiempo que se tarde en acudir a la clínica dental.
– Si no se puede recolocar, es aconsejable poner la pieza en un medio húmedo (leche, suero o dentro de la propia boca) durante el tiempo que se tarde en acudir al dentista.
Fotografía: www.freedigitalphotos.net
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