Es una enfermedad bucal de origen bacteriano derivada de la placa y el sarro acumulados a lo largo de los años en los dientes por la ingesta de alimentos. Esta capa termina irritando las encías y haciendo que estas se inflamen, estén más sensibles y, finalmente, sangren.
Su origen tiene que ver con los efectos a largo plazo de los depósitos de placa en los dientes (el material pegajoso compuesto de bacterias, moco y residuos de alimentos que se acumula en los dientes). La placa y el sarro acaban irritando e inflamando las encías, lo que también provoca que éstas se tornen más sensibles y se produzca sangrado.
Cuando aparece un cuadro de gingivitis en muchas ocasiones no es doloroso, pero si no se trata puede derivar en una periodontitis, que es una enfermedad que se caracteriza por una pérdida de inserción colágena, recesión gingival e incluso la pérdida de hueso, en el caso de no ser tratada, deja sin soporte óseo al diente.
¿Cuáles son los síntomas que identifican la gingivitis?
El color rojizo de las encías, el hecho de que estén más abultadas y que sangren cuando están en contacto con el cepillo de dientes, son indicios de que podemos padecer gingivitis. Además, el dolor en las encías y el estar más sensibles ante el roce, el calor o el frío, son otros de los síntomas visibles de esta enfermedad bucal.
Causas de la gingivitis
-Insuficiente higiene dental: la limpieza es inexistente o deficiente.
-Dientes torcidos que favorecen que los restos de comida se queden entre ellos.
-Diversos tipos de cambios hormonales, como puede ser el embarazo, la menopausia, pubertad o uso de anticonceptivos.
-El uso de determinados medicamentos favorecen la aparición de la gingivitis.
-Enfermedades como la diabetes, sida o leucemia pueden producir gingivitis.
Tratamiento
Extremar al máximo la higiene oral y cepillar correctamente nuestros dientes después de cada comida.
Usar hilo dental para eliminar restos alimenticios que no pueden ser eliminados con el cepillo
Limpieza dental profesional cada seis meses.
Recuerda que el mejor tratamiento siempre es la prevención.
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