La diabetes es, hoy por hoy, una enfermedad muy habitual en nuestra sociedad, consistente en la alteración del metabolismo normal de una persona que provoca grandes concentraciones de glucosa en la sangre, siento necesario un control rutinario y riguroso.
Esta patología tiene su reflejo en la salud y el cuerpo del diabético de distintas formas, siendo la que aquí nos ocupa, la que concierne a la boca, una de las más habituales en manifestarse. De hecho, podemos achacar de forma frecuente a la diabetes la aparición de enfermedades en la misma, ya que la cavidad bucal es más vulnerable, especialmente en lo que refiere a las encías.
Igualmente se puede dar el efecto a la inversa; es decir, que si padecemos una mala salud bucodental puede acarrear unos elevados índices de glucosa en sangre que, como ya dijimos, hay que tener perfectamente controlados.
¿Cómo influye la diabetes en la salud bucal?
– La diabetes provoca la inflamación de las encías debido al acúmulo bacteriano. El primer estado es la gingivitis, que no reviste gravedad pero que conviene tratar. No obstante, suele provocar el sangrado de las encías. Si no damos la importancia que merece a la gingivitis, el problema puede multiplicarse hasta llegar el estadio de periodontitis, patología grave que provoca la destrucción de los tejidos sobre los que se sostienen los dientes. Ocasiona la pérdida de estos últimos.
– Con la diabetes se incrementan las posibilidades de infecciones en la boca, y no solamente las susodichas en las encías. También pueden aparecer hongos y úlceras.
– Para el diabético la sensación de boca seca –conocida como xerostomía- es muy habitual.
¿Cómo podemos actuar?
– Lo más importante, y con supervisión de profesionales médicos, es mantener controlados los niveles de glucosa en sangre.
– Por razones obvias, una persona con diabetes tiene que someterse de manera estricta a las revisiones periódicas en el dentista, que debe estar en conocimiento de la enfermedad. Conviene realizarlas, aproximadamente, dos veces al año.
– Mantener una buena higiene dental es fundamental, cepillándose los dientes y usando el hilo dental varias veces al día y el enjugue dental con la frecuencia necesaria, según la tipología.
– El tabaco es un acelerador de las consecuencias de la diabetes. Una buena idea sería la de dejar de fumar.
Fotografía: www.freedigitalphotos.net
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