¿Sabías que el Ratoncito Pérez es universal pero adopta distintos nombres según el país o región? ¿Y que existen los tatuajes de dientes y que actualmente son tendencia en países como Estados Unidos o China? ¿Tenías idea de la existencia de bancos de dientes? ¿Conoces el nombre del primer dentista de la historia? En este post volvemos a hablar sobre curiosidades de la odontología, temas poco conocidos del mundo de los dientes sobre los que queremos arrojar algo de luz.
Pues sí, el Ratoncito Pérez es un personaje muy internacional. Prácticamente en todos los países y culturas existe esta figura, un ser nocturno y fantástico que se lleva los dientes caídos de los más pequeños y a cambio deja algún pequeño presente bajo la almohada o en otros lugares. Sin embargo, no en todas sus ‘franquicias’ el señor Pérez adopta el mismo nombre. Es conocido como el Hada de los Dientes en países anglosajones; el Buen Ratoncito en Francia; el Ratón de los Dientes en Sudamérica o, más cerca, L’ Angelet de Cataluña, la Ardilla de los Dientes cántabra o Mari la del Tejado de Euskadi.
También es afirmativa la respuesta a si es cierto que existen los tatuajes de dientes. No sólo es bien cierto, sino que actualmente están muy de moda en países como EEUU y China, de modo que, teniendo en cuenta que éstos siempre van abriendo caminos, la tendencia terminará por llegar a nuestro entorno. Sí se colocan, desde hace tiempo, en España, pequeños brillantes de colores en algunas piezas dentales a modo decorativo.
Quizá no sean tan conocidos como los de esperma o de sangre por el momento, pero sí, existen los bancos de dientes. La ciencia ve cercana la utilización de células madre de la pulpa dental para la regeneración futura de cualquier tipo de tejido, también para un posible futuro de dientes a la carta.
Terminamos esta nueva entrada de curiosidades sobre la odontología con dos grandes nombres del sector: el artífice de los implantes y el primer dentista (conocido) de la historia. El primero es el cirujano sueco Per-Ingvar Branemark y es considerado el padre de los implantes dentales tal y como los conocemos hoy. Tras una prolongada investigación, Branemark descubrió que, usando titanio, podía fijar las piezas dentales en la mandíbula, pues el metal termina por fusionarse, por fundirse con el hueso, un proceso que se ha denominado osteointegración. Tristemente, este grande de la odontología falleció el pasado diciembre de 2014. Por su parte, Hessie-Re, jefe de médicos de la corte de faraones allá por el 3000 antes de Cristo, es considerado el primer dentista de la historia. Es la tesis más aceptada y recurrente sobre el asunto, tras la aparición de una inscripción al respecto en una tabla de madera.
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