Nos cuenta la Doctora Arancha Otero que, después de someternos a una intervención oral quirúrgica, es normal que tengamos una serie de molestias en la zona tratada, siendo esta una situación que irá remitiendo de forma espontánea con el paso de los días.
Uno de los cuidados más importantes que tendremos que llevar a cabo está relacionado con la alimentación y es que deberemos llevar a cabo una dieta blanda para evitar el sobresfuerzo de las piezas, por ello una de las alternativas más recomendables es incluir alimentos ricos en proteínas como por ejemplo el pescado o el pollo, siendo importante triturarlos y consumirlos en forma de puré.
Además de estos alimentos no podemos olvidarnos de incluir en la dieta líquidos con una amplia variedad de nutrientes como por ejemplo leche o zumos de frutas. En el caso de la leche es aconsejable que la tomemos fría o tibia puesto que si optamos por calentar la leche corremos el riesgo de que la herida sangre así como también aumentarán las posibilidades de que se desarrolle una inflamación en la zona tratada.
Continuamos hablando de consejos acerca de la alimentación que tendremos que llevar a cabo después de un tratamiento quirúrgico y es momento de mencionar la importancia de las sopas, puesto que estamos ante un tipo de plato que contiene muchas vitaminas y nutrientes que no supondrán ningún esfuerzo para nuestra boca, que durante estos primeros días no podrá realizar muchos esfuerzos relacionados con la masticación.
Como ya hemos comentado con anterioridad no se recomiendan las comidas calientes sin embargo una vez que hayan transcurrido tres días después de la intervención ya podremos incorporar estos alimentos en nuestra dieta, siendo importante empezar por sopas o purés que no comprometan la salud de nuestros dientes. Finalmente se estima que transcurrida una semana ya se podrá comer con normalidad puesto que se habrá producido la cicatrización de la herida, de todas formas es importante conocer la opinión de un especialista a la hora de retomar la dieta habitual y es que en algunos pacientes este proceso de curación es más elevado y será necesario mantener una dieta restrictiva, cuyo principal objetivo no solamente es evitar el dolor en la zona tratada sino que además se busca una correcta cicatrización de la herida y que no aparezcan infecciones o inflamaciones que podrían hacer peligrar la salud bucodental del paciente.
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