El sector de las clínicas dentales vive un auténtico boom en España gracias a cadenas y franquicias, pero muchos Colegios de Odontólogos llevan un tiempo alertando sobre el aumento de las denuncias de pacientes que se tratan en clínicas dentales de bajo coste. Parece que el objetivo es ganar dinero pero ¿a costa de nuestra salud? ¿Se producen sobrediagnósticos bajo la presión de metas económicas? Diversas investigaciones concluyen en que no siempre todo lo que se nos ofrece a bajo coste es rentable y el último perjudicado será siempre el paciente.
Este reportaje se emitió hace más de año aproximadamente en RTVE. Marchando una de implantes nos muestra parte de lo que hay detrás del sector low cost.
Podría concluirse que como las nuevas clínicas low cost son centros gestionados por empresas y no por médicos ni dentistas su prioridad no está siempre en ofrecer el mejor servicio odontológico a los pacientes, sino en sacar el mayor rendimiento económico.
En estas clínicas se produce una alta rotación de personal lo que impide que se estreche y se estabilice la relación del paciente con un especialista de referencia.
Los Colegios de Dentistas alertan sobre el peligro real que supone que muchas de estas clínicas apuesten por realizar más tratamientos de los necesarios con el fin de obtener el mayor rendimiento económico.
En estas clínicas el dentista es un empleado más sin poder de decisión sobre los materiales que se emplean en los tratamientos no siendo éstos siempre los más indicados, sino los más económicos.
Por otra parte, tal y como se refleja en el reportaje, hay que abordar el tema de la publicidad engañosa. Ofrecen tratamientos a precios bajos, pero al analizar detalladamente los presupuestos se descubre que el precio inicial de la oferta no incluye el tratamiento completo.
La experiencia profesional y la formación continuada de los odontólogos es un requisito que no siempre se da en las clínicas de bajo coste puesto que encarece los servicios por lo que ¿existen garantías reales de calidad?
Obviamente la decisión última es del paciente; por ello, creemos que antes de decidirse debe tener el máximo de información.
Imagen de la campaña del COEM_ “Tu boca no está de oferta”
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