Una de las primeras cosas que notas en una persona es su sonrisa. Una sonrisa brillante con dientes limpios puede hacer maravillas para dar una buena primera impresión, mientras que los dientes descoloridos y con caries pueden desanimar a una persona y obstaculizar sus habilidades sociales. Si bien es importante asegurarse de mantener la higiene bucal para mantener tu apariencia, también es esencial desde el punto de vista de la salud y la higiene.
1. Utilice el equipo adecuado
Con la gran variedad de productos dentales disponibles es fácil confundirse sobre qué usar. Ayuda a tu hijo a tomar la decisión correcta con respecto a su pasta de dientes, cepillo de dientes, hilo dental, enjuague bucal, etc. Si bien antes se creía que los niños debían usar pasta de dientes sin fluoruro al principio, las investigaciones muestran que la pasta de dientes con flúor es la mejor opción, ya que actúa para prevenir las caries al ayudar a remineralizar los dientes que han sido corroídos por ácidos bacterianos. Utiliza un cepillo de dientes de cerdas suaves para empezar y luego pasa a uno de potencia media.
2. Cepillarse a la derecha
Mucha gente comete el error de suponer que cepillarse los dientes se trata sólo de las herramientas o de la cantidad de tiempo que te cepillas o de la cantidad de pasta dental que se utilizas. Y esto es especialmente cierto para los niños que ponen grandes cantidades de pasta de dientes en su cepillo de dientes y se les obliga a permanecer de pie junto al lavabo durante un cierto período de tiempo. Pero el secreto del cepillado está en la forma de hacerlo: es mejor cepillarse los dientes durante unos dos minutos, en círculos pequeños y constantes en lugar de cepillarse los dientes de forma agresiva, ya que este último método puede provocar daños en lugar de ayudar a la higiene bucal.
3. Usar hilo dental diariamente
Si bien el cepillado ayudará a eliminar las manchas superficiales y la placa, es importante limpiar entre los espacios de los dientes para garantizar una buena higiene bucal, y esta es una tarea que sólo se puede lograr usando hilo dental con regularidad. Si bien inicialmente puede provocar algo de sensibilidad en la boca de tu hijo, definitivamente es imprescindible en tu rutina de higiene dental.
4. Restringir el consumo de azúcar
Cuando un niño come algo azucarado, la saliva de su boca tarda un mínimo de 30 minutos en neutralizar la acidez causada por las bacterias que producen las caries, lo que aumenta las posibilidades de formación de caries. Por lo tanto, es imperativo moderar el consumo de azúcar de tu hijo y evitar darle algo dulce cerca de la hora de acostarte.
5. Visita al dentista con regularidad
Las visitas regulares al dentista asegurarán que tu hijo esté protegido de problemas tan simples como la acumulación de placa hasta problemas complicados como caries y encías infectadas. Es importante acudir a una revisión dental y limpieza al menos dos veces al año, especialmente en los niños ya que aún se encuentran en su fase de crecimiento. Establecer una rutina de este tipo para tu hijo desde el principio le ayudará a superar el miedo inherente a visitar al dentista.
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