Causas del mal aliento y cómo tratarlo

Estás inmerso en una conversación con un amigo cuando, de la nada, te golpea con un olor alarmante. ¿Fue tu aliento?

El mal aliento, o halitosis, es un problema que todos hemos encontrado en un momento u otro. Ya seamos los culpables o las víctimas, es un problema que la mayoría espera evitar. Afortunadamente existen varias formas de prevenir y tratar la halitosis. A continuación compartimos tres consejos para mantener tu boca con un olor fresco y limpio.

Limita los alimentos potentes

Después de comer una comida rica en ajo, cebolla u otros ingredientes sabrosos, pero que provocan malos olores, la comida se digiere y se absorbe en el torrente sanguíneo, proporcionando nutrientes a todo el cuerpo. Desafortunadamente, el hedor de tu sabrosa comida hace autostop durante el viaje y finalmente llega a sus pulmones, donde contamina su aliento. Dado que el olor se encuentra en los pulmones, las soluciones rápidas para tratar el mal aliento (cepillarse, usar hilo dental y enjuagar con enjuague bucal) son solo soluciones temporales.

Trata de limitar la ingesta de ajo, cebollas, algunas variedades de pescado y comidas carnosas. Si quieres darte un capricho pero no quieres lidiar con el mal aliento, se sabes que un vaso de leche durante o después de una comida ayuda a limpiar el aliento.

Mantente hidratado

La saliva juega un papel importante en la higiene bucal. Una de sus funciones principales es limpiar la boca de las diminutas partículas de comida que se adhieren a los dientes y las encías. Sin un poco de saliva, esas partículas de comida se convierten en un sabroso manjar para las bacterias. A medida que las bacterias muerden los pequeños trozos de comida que quedan, crecen en número y en hedor.

La ausencia de saliva en la boca también se conoce como «boca seca». La boca seca tiene cientos de causas, como:

• Algunos medicamentos recetados
• Deshidración
• Enfermedad crónica
• Consumir alcohol y cafeína.

Por suerte para nosotros, la boca seca se previene fácilmente. Masticar un chicle sin azúcar puede ayudar a la producción de saliva y proporcionar un poco de frescura mentolada a la boca. Otra estrategia simple es cambiar esa segunda taza de café o copa de vino por un refrescante vaso de agua fría. Un simple vaso de agua puede combatir la sequedad bucal hidratando tu cuerpo y eliminando las molestas partículas de comida y las bacterias orales. Si las soluciones rápidas no son suficientes, informa a tu médico y él podrá recetarle un enfoque más eficaz.

Tu salud en general (programa revisiones anuales)

Aquellos de nosotros con alergias o un resfriado, que puede provocar un goteo nasal, podemos notar que nuestra respiración sufre junto con nuestra salud. Todo ese exceso de moco es un terreno perfecto para las bacterias, lo que crea un olor desagradable.

Cuidado con el mal aliento

Además de las dolencias agudas, se sabe que las enfermedades crónicas afectan la respiración. Las enfermedades del hígado, las encías y los riñones, junto con muchas otras afecciones, pueden contribuir a la halitosis. Asegúrese de hacerse revisiones de bienestar anuales para prevenir y tratar cualquier problema de salud subyacente. Una vez que tu salud general mejore, seguirá tu respiración.

Los productos de tabaco también son una forma segura de infundir mal olor en una conversación cercana. Además del hedor natural que trae consigo el humo del cigarrillo, los problemas de salud bucal relacionados con el tabaquismo pueden causar afecciones crónicas y dolorosas como la enfermedad de las encías y el cáncer bucal.

Con las diversas causas de la halitosis, queda el camino más importante y conocido hacia un aliento fresco: mantener la higiene bucal. Esto significa cepillarse los dientes al menos dos veces al día y usar hilo dental con regularidad. Para una cobertura adicional, enjuaga tu boca con enjuague bucal y usa un raspador de lengua. Limpiar los restos de comida y las bacterias adicionales le hará mucho bien a tu higiene y salud. ¡Así obtendrás un aliento limpio, fresco y saludable!

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