La lengua en nuestra boca tiene la misma importancia que los dientes o las encías. Para mantener un buen estado de salud bucodental es importante mantener unos hábitos de higiene adecuados y completos, por lo que la lengua ha de limpiarse también durante el cepillado. Si las bacterias que acumula la lengua no son eliminadas correctamente nuestra salud bucal acabará deteriorándose. [Read more…]
Aftas o úlceras bucales ¿qué son y cómo curarlas?
Son unas llagas que se producen en la boca que habitualmente aparecen en la parte interior de los labios o en las mejillas muy cerca de la boca. Si bien son heridas que aparecen con mucha frecuencia, lo cierto es que no se sabe con precisión por qué aparecen. Podrían producirse por mordeduras, estrés, por roce a causa de aparatos de ortodoncia, por un cepillado muy agresivo de los dientes, lesiones por alguna comida, ingesta de alimentos ácidos o críticos, cambios hormonales o alergias alimentarias etc. Pese a todo, los expertos aún no han podido determinar con exactitud por qué estas pequeñas úlceras aparecen en la boca, lo que sí se sabe es que afectan al 20% de la población y causan dolor e incomodidad tanto para hablar como para comer.
Alimentos que provocan mal aliento
La halitosis es un signo clínico caracterizado por el mal aliento y olor bucal desagradable que afecta a un 25% de la población.
Generalmente está provocada por descomposición de bacterias de restos de alimentos entre los dientes, aunque una deficiente higiene bucal también puede estar en el origen. [Read more…]
Siento la boca seca ¿a qué es debido?
La boca seca, conocida médicamente como xerostomía, sucede cuando las glándulas salivales no funcionan correctamente y son incapaces de producir la cantidad suficiente de saliva que permita mantener un nivel óptimo de humedad en la cavidad oral.
También puede producirse por un déficit en la composición de la saliva.
Se conoce como la enfermedad del siglo XXI o la enfermedad del hombre moderno porque, entre otros motivos, puede estar provocada por determinados medicamentos, asociado más bien a los antidepresivos.
Cuando nuestro organismo segrega menor cantidad de saliva, lo normal es que ésta se torne más viscosa e incluso más espumosa.
Al tener menor cantidad de saliva la limpieza se dificulta ya que la lengua no puede ejercer su función de limpieza natural sobre nuestros dientes por lo que se favorece la aparición de caries y de enfermedades de las encías.
La depresión, la ansiedad y el estrés provocan una disminución en la secreción de la saliva y esto hace que podamos tener consecuencias a largo plazo que sean graves para nuestro organismo. Para combatirlas los profesionales recetan antidepresivos que provocan una disminución de la saliva que se incrementará en fumadores y por la ingesta de alcohol.
En caso de sequedad bucal, estas recomendaciones podrían ayudar a aliviar los síntomas y aumentar el flujo salival:
- Beber abundante agua durante el día (entre 1,5 y 2 litros) y líquidos saludables, como jugos de frutas e infusiones, para mantenerte bien hidratado y evitar la sensación de sequedad en la boca.
- Evitar el consumo de bebidas con cafeína, como el café o el té, y gaseosas.
- Evitar la ingesta de bebidas alcohólicas y el tabaco.
- Aumentar en la dieta el consumo de alimentos que cuenten con un elevado porcentaje de agua y sean frescos, como las verduras y las frutas.
- Mantener la boca húmeda realizando enjuagues bucales con agua y sal varias veces al día.
- Aplicar en la boca y la lengua un gel o spray humectante, indicado especialmente para combatir la sequedad en la cavidad oral.
- Evitar la sequedad en los labios, haciendo un uso frecuente de bálsamos labiales.
- Estimular el flujo salival masticando goma de mascar sin azúcar o chupar caramelos sin azúcar.
- Colocar en la habitación un humidificador para mantener la humedad ambiental y evitar que la boca se reseque en exceso.
Menopausia y su reflejo en nuestra salud bucodental
Durante la menopausia hay una disminución de la actividad de los ovarios y como consecuencia una disminución en la producción de hormonas en la mujer que provocan a su vez sofocos, fatigas, sudor nocturno, cambios de estado de ánimo.
Muchos de estos trastornos se evidencian en la boca y se incrementan en este periodo: bajan los estrógenos, que son un antiinflamatorio natural; no se produce progesterona, de ahí que se produzca descalcificación y haya pérdidas en la densidad del hueso de los maxilares y la boca esté más predispuesta a sufrir problemas de encías; se deshidrata más produciéndose lo que se conoce como gingivitis atrófica, de ahí que sea necesario incrementar el consumo de líquido.
Cuando desciende esa producción de hormonas durante la menopausia, disminuye también la circulación de la sangre a las encías, disminuye la cantidad de secreción de saliva y por lo tanto las encías se hacen más frágiles, al igual que la mucosa bucal se hace mucho más proclive al ataque de las bacterias; estos cambios pueden provocar alteraciones en el color y forma de los dientes, producir periodontitis y, en los casos más extremos, provocar la pérdida de los dientes.
Durante este periodo hay mujeres que sufren también de síndrome de boca ardiente y/o boca seca, un escozor constante dentro de la boca provocado principalmente por esa disminución en la producción de saliva, lo que dificulta también la ingesta de la comida, problemas de masticación y al tragar.
En esta época, por tanto, hay que extremar los hábitos de higiene bucodental y acudir al dentista periódicamente para hacerse una revisión bucal; en definitiva, que sea la mujer la protagonista activa del cuidado de su salud para tener una madurez sana.
Consejos para mantener unos dientes más blancos
Porque tu sonrisa nos importa, te damos algunos consejos que te ayudarán a tenerla más reluciente y blanca:
- Cepillarse los dientes después de cada comida al menos durante tres minutos, es el primer consejo importante a seguir para tener unos dientes blancos. También se recomienda cepillarlos justo después de beber o de comer alimentos que tengan un color oscuro, para evitar que se impregnen en los dientes.
- Utilizar un blanqueador dental
- Consumir alimentos que tengan una consistencia firme y que ayudan a limpiar la dentadura, como las manzanas, las zanahorias, etc.
- Hacer gárgaras con vinagre de manzana por la mañana: esto ayuda a quitar las manchas, a blanquear los dientes, así como a eliminar bacterias.
- Evitar el tabaco: fumar hace que los dientes se oscurezcan de forma gradual, por lo que debes evitar el tabaco para mantener los dientes más blancos.
- Ir al dentista una vez al año para hacer una revisión y solucionar los posibles problemas que hayan aparecido, y también para hacer limpiezas dentales anuales.
- Limpiar la lengua usando un raspador cada mañana, y cambiar el cepillo de dientes cada cierto tiempo, ya que, con el tiempo, se van acumulando bacterias.
- Si alguna vez te has dado algún golpe en los dientes, pueden acabar afectando a los nervios y los vasos sanguíneos, y provocar así que los dientes se oscurezcan.
- Hay medicamentos que también pueden provocar manchas en los dientes
- Utilizar productos blanqueadores: dentífricos, geles y tiras blanqueadoras.
- Hacer un blanqueamiento en una clínica dental es otra opción. Ten en cuenta que, después de un blanqueamiento, puedes tener sensibilidad durante algunas horas.
Relación entre la pérdida de dientes y de memoria
Un estudio publicado en 2014 en la Revista Europea de Ciencias Orales confirmó la relación directa existente entre la caída de dientes y la pérdida de memoria. Los investigadores determinaron que las personas con menos dientes naturales no tienen la misma capacidad para recordar eventos, comparados con las personas que poseen un mayor número de dientes naturales
¿Y esto a qué es debido? Parece que los problemas de memoria se derivan de un menor número de señales que se envían a la sección del hipocampo en el cerebro, que es la parte responsable de esta función cerebral. Se supone que los impulsos serían estimulados por el movimiento de la mandíbula y los dientes, por ello cuando faltan, esto no sucedería en forma correcta.
En el estudio participaron alrededor de 273 personas entre edades que oscilaban entre los 55 y 80 años, con un número medio de dientes por persona de entre 22 y 10 menos de la cantidad total. Las personas con la mayor parte de sus propios dientes presentaban cerca de un 4% más de propensión a tener una mejor capacidad para recordar hechos de anteriores eventos de su vida que sus contrapartes y, por el contrario, las personas que se quedaron sin dientes tuvieron un rendimiento 10% peor en pruebas de memoria y de velocidad
Conviene tener en cuenta que la pérdida natural de la memoria se produce de forma progresiva a medida que se envejece, pero distintas patologías, problemas de nutrición y condiciones orales como las mencionadas pueden acelerar este proceso.
La creencia de que el cuerpo humano es un todo relacionado, una máquina de engranaje perfecto en la que cuando falla una pieza se pueden provocar fallos en otro punto del sistema, no hace más que dotar de credibilidad a este estudio. Odontólogos y estomatólogos coinciden en señalar que una salud oral pobre influye negativamente en la salud de nuestro cuerpo en general, y puede ser determinante para que se produzcan infartos, derrames cerebrales, diabetes, enfermedades pulmonares.
El último extremo es la pérdida de dientes por dejadez o por desconocimiento. Por eso, siempre recomendaremos la visita al odontólogo o estomatólogo que puede ayudarnos a eliminar uno de los factores de riesgo de padecer en un futuro demencia, Alzheimer y otro tipo de enfermedades mentales.
¿Qué es bruxismo?
El bruxismo es el rechinar o apretar los dientes por causas aparentemente no funcionales. Una de las causas que lo provoca es el estrés emocional; a nivel de sistema nervioso se producen descargas que pueden producir estos movimientos de forma involuntaria durante la noche o bien durante el día aunque con menos frecuencia.
Los síntomas más frecuentes detectados en pacientes son dolores de cabeza continuados principalmente por las mañanas, cefaleas tensionales, cervicalgia (dolores en el cuello o al masticar). Hay personas que tienen problemas al abrir la boca o bien que se quedan trabados sin saber cuál es la causa, no es otra que el bruxismo. El bruxismo afecta a la articulación temporomandibular encargada de la masticación.
Es importante que el paciente se haga un examen muy exhaustivo ya que son muchos los síntomas y necesitamos saber qué es lo que lo está provocando ya que no es lo mismo aquel paciente que llega a la consulta sin poder abrir la boca que un paciente que tiene dolores musculares y dolores de cabeza crónico. El tratamiento es distinto aunque se usen aparatos más o menos parecidos. Hoy por hoy se conocen, por lo menos, 20 tipos de aparatos intraorales, conocidos como planos de relajación entre los que están los que se utilizan para tratar la articulación, los que sirven para la parte muscular, otros que se encargan de reducir la actividad de los dientes y liberar la tensión de los músculos.
Es importante que el paciente llegue a controlar su bruxismo por lo menos, durante el día gracias a las terapias de autocuidados. Si padeces de bruxismo es conveniente que acudas a tu odontólogo para que te recomiende una férula de descarga, oclusal o de relajación realizada de resina transparente que se coloca entre los dientes y que te ayudará a que se mejore la posición de la mandíbula, evitando desgaste y roturas.
La importancia de las revisiones en los más pequeños
La Sociedad Española de Odontopediatría recomienda que la primera revisión en la vida de una persona tenga lugar tras la aparición del primer diente de leche o cuando el niño cumpla un año de edad y, como muy tarde, los dos ya que constituye la forma idónea de poder realizar una prevención eficaz de las enfermedades, traumatismos, consejos de alimentación y control del uso del chupete.; mientras que las visitas a consulta, como en el caso de los adultos, deben realizarse periódicamente, cada seis meses o un año.
La salud dental de nuestros pequeños es tan importante o más que la de los adultos, pues en la etapa infantil se detectan posibles anomalías en la posición de los dientes y, en colaboración con el especialista de ortodoncia y ortopedia, se previenen complicaciones futuras y se facilita el correcto desarrollo del macizo cráneo-facial.
Si se conduce bien el tratamiento desde la primera visita, el niño será siempre un buen paciente. El especialista examinará los dientes, las encías y la mandíbula para comprobar si hay algún problema. Por otro lado, los padres recibirán información sobre la dieta y la higiene bucal que debe llevar su hijo, consejos sobre pastas dentales y flúor y podrán resolver dudas para evitar las caries producidas por el uso del biberón, el chupete, los selladores o la succión dental.
Ellos serán los encargados de promover en sus casas y en el entorno del niño el concepto de “hogar dental”: la participación activa de todos los adultos que lo rodean (padres y familiares más cercanos, su odontopediatra, maestros, cuidadores…) en la prevención de enfermedades dentales, lo que servirá para que su hijo adquiera y mantenga unos hábitos saludables de por vida.
¿Cómo afecta el tabaco a nuestros dientes?
El tabaco está compuesto por una serie de sustancias químicas perjudiciales para nuestro cuerpo que pone en riesgo nuestra salud general así como nuestra salud bucodental.
Si eres fumador, presta atención. Te contamos por qué debes dejar este mal hábito y los riesgos que corres de contraer enfermedades en tu boca como la gingivitis.
Fumar o masticar tabaco es el causante del 80% de los cánceres orales que cada año sufren miles de personas. Las mujeres embarazadas corren peligros de amenazas de aborto o parto prematuro.
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