Si en la parte I de este post advertíamos que las patologías periodontales –como la gingivitis y la periodontitis– son más frecuentes de lo que pensamos en nuestras vidas, en esta segunda hablaremos de la sintomatología que nos permitirá saber si las padecemos y de los tratamientos necesarios para evitar que su influencia en nuestro organismo vaya in crescendo.
Los principales síntomas son los siguientes: la aparición de pus en la encía; mal sabor o mal olor de boca; el sangrado espontáneo o al cepillado; enrojecimiento; retracción; cambio de posición de los dientes; sensibilidad térmica; dolor e incluso movilidad.
Es el dentista el profesional que tiene que efectuar el diagnóstico. Si usted presenta alguno de los signos o síntomas descritos anteriormente, lo más prudente es consultar a su especialista para que pueda valorar la situación y, en su caso, le dé su consejo sobre cómo actuar.
¿Cómo es el tratamiento?
Las acciones van dirigidas a acabar con las bacterias y corregir aquellos factores que nos hacen más susceptible a ellas, como pueden ser el tabaco y ciertas alteraciones dentarias, como, por ejemplo, los dientes mal colocados.
Para hacer frente a la gingivitis es suficiente con poner más énfasis y mejorar la higiene oral y realizar una limpieza de boca. Son acciones preventivas que no requieren de demasiado tiempo, sencillas y que tampoco causan excesivas molestias.
Sin embargo, cuando hablamos de la periodontitis, es necesario realizar en primer lugar un exhaustivo estudio periodontal clínico y radiológico para valorar la situación previa a cualquier actuación. La base del tratamiento se encamina a eliminar las bacterias de la bolsa periodontal, proceso que se conoce como raspado y alisado radicular o fase desinflamatoria.
Si la bolsa periodontal es profunda, habitualmente no se consigue un control total de la infección. En este caso, estaremos hablando de recurrir a una cirugía periodontal para que el tratamiento sea completo.
Cuando la patología está controlada, es aconsejable realizar ciertos controles periodontales de mantenimiento y, por supuesto, seguir con una correcta higiene en casa.