La artritis reumatoide es una condición que es el resultado de un sistema inmunológico hiperactivo. Esta enfermedad causa inflamación alrededor de las articulaciones, lo que puede hacer que se hinchen y se pongan rígidas. Cuando la artritis reumatoide brota, los movimientos pueden ser limitados y dolorosos. Desafortunadamente, los estudios muestran que los efectos de la artritis reumatoide en realidad pueden afectar todo el cuerpo, incluida la boca. Los pacientes con artritis reumatoide tienen muchas más probabilidades de sufrir enfermedad de las encías, una afección inflamatoria que causa hinchazón en las encías. Debido a este vínculo, los servicios de odontología general para monitorear y preservar la salud oral son de vital importancia para los pacientes con artritis reumatoide.

Riesgos dentales de la artritis reumatoide

Al considerar la salud dental de los pacientes con artritis reumatoide frente a los que no tienen la afección, los estudios encontraron un vínculo claro entre la AR y la enfermedad de las encías. De hecho, los estudios indican que el riesgo de artritis reumatoide es hasta ocho veces mayor para los pacientes con artritis reumatoide. Los pacientes con AR tienen más probabilidades de sufrir tanto gingivitis (la forma más leve de enfermedad de las encías) como periodontitis (una forma más grave de enfermedad de las encías). La razón exacta del vínculo entre estas dos enfermedades no está clara, pero es probable que se deba al hecho de que ambas son afecciones inflamatorias, lo que significa que causan hinchazón en el cuerpo.

Otro hallazgo importante de estos estudios es que la inflamación de las encías (el efecto secundario más común de la enfermedad de las encías) aumenta el riesgo de brotes de artritis reumatoide. Los estudios indicaron que los pacientes con AR que sufrían de enfermedad de las encías informaron una mejora significativa en sus síntomas de AR una vez que se trató la enfermedad de las encías. Según estos informes, después del tratamiento de la enfermedad de las encías, la hinchazón y el dolor fueron mucho menos intensos.

Todos estos hallazgos apuntan a la importancia del cuidado dental profesional y buenos hábitos de higiene bucal para los pacientes con artritis reumatoide. Al centrarse en mantener una buena salud oral, los pacientes con AR pueden minimizar el riesgo de enfermedad de las encías y reducir la incidencia y la gravedad de la artritis reumatoide.

Consejos de cuidado dental para pacientes con AR

Uno de los efectos desafortunados de la artritis reumatoide es que las articulaciones inflamadas pueden dificultar la realización de las tareas diarias, incluido el cuidado dental de rutina. La hinchazón alrededor de las articulaciones de las manos puede comprometer el agarre del paciente y dificultar el cepillado y el uso del hilo dental. A continuación se presentan algunos consejos que los pacientes con artritis reumatoide pueden utilizar para facilitar las prácticas de higiene bucal:

• Usa un cepillo de dientes eléctrico, que ofrece la máxima potencia con el mínimo esfuerzo.
• Si es difícil agarrar un cepillo de dientes, considera modificaciones, como una pelota de tenis en la base del cepillo.
• Usa soportes de hilo dental o palillos de hilo dental
• Usa un enjuague bucal para una protección adicional contra las caries.

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Si tus encías sangran cuando te cepillas los dientes o usas hilo dental, puedes atribuirlo a que usas demasiada presión al limpiarte los dientes. Desafortunadamente, es el primer síntoma de la enfermedad de las encías. Aunque se puede prevenir, varios estudios estiman que al menos el 50 % de los españoles padecen esta infección. También es la principal causa de pérdida de dientes. No te preocupes, si actúas con rapidez, la enfermedad de las encías se puede curar sin dejar una marca duradera en tu sonrisa.

¿La enfermedad de las encías tiene cura?

La enfermedad de las encías es causada por bacterias que se encuentran en la placa y el sarro debido a los malos hábitos de higiene bucal. Hay 3 etapas de la infección, algunas de las cuales son curables:

Gingivitis

Al principio, puede notar que tus encías están rojas, hinchadas o sangrando. Esta es la primera etapa de la infección, conocida como gingivitis. En este punto, el tratamiento de la enfermedad de las encías con tu dentista puede evitar que progrese. Además de mejorar sus hábitos de higiene bucal en el hogar, también deberá visitar a un dentista para recibir una terapia de encías.

Periodontitis

Si no tratas la gingivitis, progresará a periodontitis. Además de los síntomas anteriores, es posible que también veas que el tejido de las encías se separa de los dientes. Puede haber bolsas llenas de pus cerca de las raíces y puedes desarrollar sensibilidad dental. No es raro tener mal aliento crónico o mal sabor de boca. Dependiendo de la gravedad de la infección, es posible que se produzcan daños graves en la boca que requerirán un plan de tratamiento agresivo. Además del tratamiento de las encías sangrantes es posible que tu dentista deba reparar cualquier complicación causada por la infección, como raíces dentales expuestas.

Periodontitis avanzada

Sin el tratamiento adecuado, los tejidos de soporte de los dientes comenzarán a descomponerse. A medida que alcanza la etapa avanzada de la periodontitis, es posible que tus dientes se hayan aflojado. En algunos casos, es posible que incluso haya perdido uno o dos dientes. Además de los efectos que tiene en tu sonrisa, la infección también puede amenazar tu salud general porque puede ingresar al torrente sanguíneo. Tu dentista creará un plan personalizado para detener la infección mientras repara tu sonrisa. Pueden usar varios tratamientos para restaurar su salud dental, incluido el injerto de encía. Si has perdido algún diente, la infección deberá resolverse antes de reemplazarlo.

Proteje tu sonrisa de la enfermedad de las encías

No ignores las encías sangrantes. Lo mejor es ponerse en contacto con su dentista de inmediato a la primera señal de una infección. Puede ayudar a mantener a raya la enfermedad de las encías comprometiéndose con tu higiene bucal en el hogar y visitando a un dentista cada 6 meses para una limpieza y una revisión.

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Un absceso dental es una acumulación de pus que se forma dentro de los dientes o las encías, generalmente como resultado de una infección bacteriana que comienza en la pulpa dental. Los abscesos pueden ser muy dolorosos y potencialmente peligrosos para la salud en general, y es importante que un dentista los trate rápidamente.

Tres tipos de abscesos dentales

Los abscesos dentales vienen en tres tipos, dependiendo de su causa. Un absceso periapical ocurre cuando las bacterias ingresan a la pulpa dental a través de una cavidad. Un absceso periodontal es el resultado de una enfermedad de las encías (o, a veces, de una lesión). Finalmente, un absceso gingival ocurre cuando un cuerpo extraño, como una cáscara de palomitas de maíz, permanece incrustado en el tejido de las encías el tiempo suficiente para causar una infección.

Síntomas de los abscesos dentales

El síntoma más obvio de un diente con absceso es un dolor punzante en el área. A menudo, este dolor aparecerá de repente y empeorará con el tiempo. Sin embargo, hay muchos otros síntomas, que incluyen:

• Dolor que se irradia hacia el oído, la mandíbula o el cuello
• El dolor empeora al acostarse
• Dolor al masticar o morder
• Hinchazón y enrojecimiento alrededor del área o la cara
• Mal sabor de boca
• Ganglios linfáticos inflamados y sensibles debajo de la mandíbula o en el cuello
• Encías rojas e hinchadas
• Sensibilidad dental
• Dientes flojos o descoloridos
• Mal aliento
• Fiebre

*Un absceso roto puede ir acompañado de alivio del dolor, así como un mal sabor del pus que drena. (¡Esto no significa que el tratamiento ya no sea necesario!)

Cómo tratamos un absceso dental

El objetivo de tratar un diente con absceso es eliminar la infección y aliviar el dolor. Según el tipo y la gravedad del absceso, el tratamiento puede incluir:

• Drenaje y limpieza del absceso.
• Terapia de conducto radicular para eliminar la pulpa infectada y preservar el diente
• Extracción si el diente está demasiado dañado para salvarlo mediante una terapia de conducto
• Antibióticos, particularmente si la infección se ha extendido más allá del área del absceso.
• Eliminación de objeto extraño, en el caso de un absceso gingival
• No esperes para recibir tratamiento para un absceso

Si has estado experimentando uno o más de los síntomas de un absceso dental, no esperes para recibir tratamiento. Este tipo de problemas no desaparecen por sí solos y solo se vuelven más dolorosos y caros con el tiempo. ¡Programa una cita con nosotros hoy para que podamos echar un vistazo!

Ofrecemos un kit para el hogar que se crea exclusivamente para que lo uses en tu casa. Se requerirán dos citas para crear el kit de blanqueamiento dental. Los siguientes tratamientos de blanqueamiento dental también están disponibles para ti: los remedios caseros de venta libre incluyen enjuagues, pastas dentales, tiras, geles y kits de blanqueamiento que cualquier paciente puede comprar en internet o en una farmacia.

Los resultados pueden variar, y aunque la mayoría de las terapias de blanqueamiento dental de venta libre son efectivas, palidecen en comparación con los resultados que pueden lograr los tratamientos profesionales de blanqueamiento dental. Además los profesionales del mundo dental han expresado su preocupación por los impactos a largo plazo en los pacientes que usan productos de venta libre para blanquear los dientes sin la supervisión o la orientación de un dentista o un profesional de la salud bucal.

Se destacó el potencial de los productos de venta libre para tener «efectos adversos en los tejidos duros, los tejidos blandos y los materiales de restauración».

Sin embargo, si optas por el método de blanqueamiento dental de venta en farmacias, tus opciones incluyen:

• Blanqueadores de superficies. Por lo general, los blanqueadores de superficies son los tipos de productos de venta en farmacias más asequibles. Estos incluyen geles, pastas dentales, enjuagues, tiras y bandejas de blanqueamiento de «talla única». No todos contienen compuestos blanqueadores. Por ejemplo, algunas pastas dentales blanqueadoras y gomas de mascar contienen agentes pulidores sin lejía y abrasivos para eliminar las manchas.
• Los productos de blanqueamiento caseros pueden cambiar el color de los dientes, pero no hay garantías de que sean efectivos para todos. En general, los dentistas recomiendan que el blanqueamiento dental solo lo realice un dentista o bajo la supervisión de un dentista.
• Cubetas de blanqueamiento. A diferencia de las cubetas hechas a medida que se adaptan cómodamente a tu boca que tu dentista te puede proporcionar, las cubetas de blanqueamiento listas para usar están diseñadas para ser de talla única, pero tienen sus inconvenientes. Por ejemplo, pueden ser incómodos en la boca y, si no se ajustan correctamente, el gel de peróxido puede derramarse y dañar potencialmente los tejidos blandos de la boca.

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Si has experimentado sensibilidad a las temperaturas frías y calientes, sensibilidad al masticar y morder, hinchazón en las encías y las mejillas, dolor de muelas pulsátil y persistente y fiebre, es muy probable que tengas un absceso dental. Antes de visitar a tu dentista, lo cual siempre es obligatorio cuando se trata un absceso, estos son algunos de los remedios para dientes con absceso que deberían aliviar el dolor antes de tu visita.

Tratamientos caseros para el absceso

La infección dentro de la pulpa de nuestros dientes puede causar angustia y dolor severos. Tener que esperar para el viaje al dentista es a menudo extremadamente difícil, por lo tanto, querrás aliviar el dolor de dientes y encías. Estos son algunos de los remedios que puedes aplicar. Se consciente de todos los efectos positivos y negativos del remedio elegido antes de optar por él.

• Enjuague bucal de agua salada: este es el método preferido más comúnmente utilizado para el tratamiento del absceso dental. Enjuagar con agua salada puede ayudar a eliminar el pus y las bacterias de un absceso y aliviar el dolor. A pesar del alivio temporal y el impacto beneficioso, el agua salada por sí sola no es suficiente para eliminar por completo la infección.
• Bolsa de hielo: tradicionalmente utilizada para el dolor de muelas, una compresa fría o una bolsa de hielo son una ayuda útil cuando se trata de un absceso. La temperatura fría ayuda con el dolor y la hinchazón, pero no trata directamente la fuente de infección. Sin embargo, realmente ayuda si tienes que esperar antes de la visita programada al dentista.
• Aceite de clavo: ya sea concentrado en forma de aceite esencial de clavo o ya diluido, el clavo se puede usar para aliviar el dolor y tratar el área infectada. La planta está relacionada con propiedades antiinflamatorias y antibacterianas y puede usarse para el tratamiento de abscesos de dos maneras: aplicando directamente el aceite de clavo en el área infectada o usando el enjuague bucal con aceite de clavo. Ten en cuenta que no debe usar clavo de olor más de 3 veces al día.
• Bicarbonato de sodio: este es definitivamente uno de los remedios caseros más accesibles y disponibles para la infección dental. La probabilidad de tener un poco de bicarbonato de sodio en tu cocina lo convierte en un buen primer aliado para aliviar el dolor de un absceso dental. Usa cucharada y media en media taza de agua, mezcla bien y luego enjuagate bien la boca durante un par de minutos. Repite hasta agotar completamente la mezcla de la taza, hasta dos veces al día.
• Aceite de orégano: sí, todos estamos acostumbrados a la especia al comer pizza, pero el aceite esencial de orégano es excelente para el tratamiento de infecciones bacterianas. Principalmente porque el orégano es un excelente remedio natural antibacteriano y también antioxidante. Para que este truco funcione, necesitarás un aceite portador (aceite de oliva o aceite de semilla de uva, ambos comúnmente disponibles). Debes mezclar un par de gotas en 1 cucharada de aceite portador y aplicar la solución con el hisopo de algodón en el área afectada. El alivio es instantáneo, pero limita el procedimiento hasta 3 rondas por día.

¿Qué hacer si tengo un absceso?

Tu primera parada siempre es planificar la primera visita a la consulta del dentista. Aunque los síntomas sean leves, ten en cuenta que el empeoramiento de la infección podría costarte la muela y provocar fiebre y otras complicaciones. Mientras tanto, usa los remedios para abscesos dentales descritos anteriormente para aliviar el dolor y combatir la infección.

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¿Por qué debes visitar al dentista justo antes de que comiencen las clases (o tan pronto como sea posible)? El final del verano es conocido como una temporada en la que seguimos consumiendo helados, dulces, refrescos y prestamos menos atención al cepillado regular y al uso de hilo dental. Después de todo, el verano es para descansar.

Pero con el comienzo del año escolar, ya es hora de programar la visita al dentista, especialmente si tu hijo no ha asistido a su cita prevista.

Qué esperar durante la visita al dentista

El higienista dental o el dentista limpiarán los dientes, revisarán el interior de la boca y tomarán radiografías (si es necesario). El raspado y pulido profesional elimina la placa y el sarro que se ha acumulado incluso a pesar del uso diario de hilo dental y cepillado. El examen cuidadoso del interior de la boca puede diagnosticar posibles problemas de salud bucal, como caries o enfermedad de las encías.
El dentista aplicará medidas preventivas según sea necesario, incluido el tratamiento con flúor, selladores dentales e instrucción sobre buenos hábitos de higiene bucal y dental.

Tratamiento de salud oral

El tratamiento de los problemas de salud oral emergentes evita que se conviertan en problemas dentales dolorosos y que tu hijo se distraiga en clase o incluso falte a la escuela.
Este también es un buen momento para discutir la importancia de usar un protector bucal para quienes participan en deportes de contacto en el colegio.

Además, cuando tu hijo va a la consulta, el dentista puede detectar si ocurre algún problema en la boca, más de 120 enfermedades tienen síntomas que aparecen en la boca, que los dentistas están capacitados para identificar.

En conclusión, la visita al dentista para el regreso a clases no es una tarea más durante un momento agitado, sino una oportunidad para garantizar una sonrisa feliz y saludable y tranquilidad durante todo el semestre.

¡Nos veremos de nuevo en seis meses!

Un absceso se puede formar por muchas razones. Si tienes un diente roto, astillado o cariado, es fácil que las bacterias entren en las grietas e infecten el área, lo que puede provocar la formación de un absceso en la boca.

Siempre recomendamos que visites a un dentista si crees que tienes un absceso. Si eso no es posible, a continuación hay algunos remedios caseros que puedes probar.

Como deshacerse de un absceso dental sin ir al dentista

Si las bacterias llegan al centro de tu diente, pueden causar muchos problemas. Si se acumula pus en el diente, ¡puedes experimentar un dolor de muelas muy desagradable! Si crees que podrías tener una infección dental o un absceso, es importante actuar rápidamente. La acción temprana es la mejor manera de prevenir cualquier problema adicional que pueda ocurrir como resultado de la infección inicial.

Si tienes una infección dental o un absceso, lo mejor que puedes hacer es visitar a un dentista. Puede que no te guste la idea de sentarte en la silla del dentista o los costes asociados con ello. Pero, son profesionales capacitados. Han dedicado años de su vida entrenando para ayudar con problemas como este. Siempre es mejor ver a un dentista profesional que tratar de resolver un problema oral por ti mismo. ¡Es tu salud, después de todo!

Enjuague bucal de agua salada

El agua salada ayuda a curar las heridas a través del proceso de ósmosis. La sal o el cloruro de sodio extraen el líquido de las células de tu cuerpo cuando entra en contacto con ellas. Si los líquidos son bacterianos, también se extraen. Esto ayuda a limpiar el área.

Esta técnica fácil y asequible es una buena manera de encontrar un alivio temporal de tu absceso.

Agrega media cucharadita de sal a un vaso de agua tibia y enjuágalo alrededor de tu boca durante unos dos minutos. Debes intentar hacer esto tres veces al día.

Enjuaga tu boca con bicarbonato de sodio

El bicarbonato de sodio puede ayudar a eliminar y combatir la placa en la boca. Es un artículo doméstico común que la mayoría de la gente tiene en el armario. Mezclar bicarbonato de sodio y agua y enjuagar durante cinco minutos dos veces al día es una buena forma de combatir un absceso en casa.

El bicarbonato de sodio aumenta el PH en la boca. Muchas bacterias prosperan en condiciones ácidas. Cuando el PH de tu boca aumenta, se vuelve un ambiente más alcalino, y estas bacterias no pueden multiplicarse tan fácilmente. Esencialmente, muchos problemas orales son causados ​​por un desequilibrio de ácido y el bicarbonato de sodio equilibra los niveles de acidez.

Usa aceite esencial de orégano

El aceite de orégano tiene grandes propiedades antibacterianas y antioxidantes. Esto lo hace muy útil para reducir la hinchazón y el dolor causado por un absceso dental.

Para este método, debes mezclar orégano con un aceite portador (aceite de coco por ejemplo) para que no irrite las encías. Luego, aplica la mezcla en el área infectada con una bola de algodón o similar. Deja la mezcla en el área durante diez minutos y luego escúpela.

Compresa Fría Con Hielo

Cuando tienes una infección, como un absceso, se produce una hinchazón en el área. La aplicación de hielo en el área contrae los vasos sanguíneos, lo que reduce el dolor y la hinchazón. Esto no curará el absceso, pero reducirá los síntomas. Para este método, aplica una bolsa de hielo o similar en el área de forma intermitente durante quince minutos varias veces al día.

Gel de aloe vera

El aloe vera a menudo se conoce como una planta maravillosa. Tiene propiedades antiinflamatorias y antibacterianas, también es rica en antioxidantes. La aplicación de aloe vera en el área afectada puede aliviar el dolor y ayudar a sanar el área.

Simplemente frota aloe vera en la zona afectada y deja que haga efecto.

En conclusión, probablemente deberías programar una cita con el dentista. Si bien estos remedios caseros son baratos, fáciles y te dan una excusa para evitar al dentista, te recomendamos que busques ayuda profesional para un absceso.

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En la clínica ofrecemos una gran variedad de servicios quirúrgicos. Los procedimientos periodontales están disponibles para regenerar el tejido óseo y de las encías a su función original y apariencia estética.

Introducción no quirúrgica

Muchas veces, las primeras etapas de la enfermedad periodontal se tratan mejor con terapia periodontal no quirúrgica. Incluso en casos severos, la terapia periodontal no quirúrgica a menudo precede a la terapia quirúrgica. Esto se hace para mejorar la calidad general del tejido antes de la cirugía y también para ayudar a limitar las áreas que requieren cirugía.

La terapia periodontal consiste en enfoques quirúrgicos y no quirúrgicos. Ambos tienen como objetivo detener la descomposición de las estructuras de soporte de los dientes (incluidas las encías) y crear un entorno estable. Aunque no existe una «cura» para la enfermedad periodontal, existen formas de controlar la progresión y minimizar drásticamente el riesgo de pérdida de dientes. Sigue leyendo para conocer nuestros servicios no quirúrgicos.

Terapia Periodontal Inicial (Raspado y Alisado Radicular)

La etapa inicial del tratamiento consiste en un desbridamiento periodontal no quirúrgico. Esto implica la eliminación de biopelícula (placa blanda) y cálculo (sarro) de arriba y debajo de la línea de las encías y en cualquier bolsa profunda (defectos óseos) que pueda haber.

Es probable que esta fase inicial del tratamiento implique múltiples citas y podría realizarse con anestesia local para mayor comodidad.

De cuatro a seis semanas después, las bolsas periodontales se eliminan debido a la contracción de las encías. Luego, el paciente puede mantener personalmente estas áreas con el cepillado y el uso de hilo dental de rutina.

Incluso en los casos más graves de enfermedad periodontal, la terapia periodontal no quirúrgica suele preceder a la terapia quirúrgica. Esto se hace para mejorar la calidad general del tejido antes de la cirugía y también limita las áreas de cirugía requerida.

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No hay NADA peor que un fuerte dolor de muelas. Si has experimentado uno, sabes de lo que estoy hablando. ¡Ni siquiera puedes pensar con claridad! Entonces, ¿qué puedes hacer para aliviar el dolor de manera rápida y efectiva mientras espera para ir al dentista?

¿Por qué tengo dolor de muelas?

Primero, hablemos de las posibles causas de tu dolor de muelas. Tu diente o el área alrededor de tu diente podría estar dolorido y causado por:

• Un resfriado común
• Caries dental (una cavidad)
• Un empaste dañado
• Rotura de dientes
• Encías infectadas
• Rechinar los dientes o masticar demasiado
• Diente absceso

¿Cuáles son algunos remedios caseros naturales que puedo probar?

1. Enjuague con agua salada: mezcla ½ cucharadita, sal con un vaso de agua tibia y haz buches en tu boca como un enjuague bucal. Esto puede ayudar a eliminar la comida entre los dientes y reducir la hinchazón. También ayuda con el proceso de curación.
2. Aplique hielo o una compresa fría: envuelve una toalla alrededor de una bolsa de hielo y sostenla en el área adolorida de la boca. Puedes hacer esto durante unos 20 minutos cada 2-3 horas.
3. Aceite de clavo: aplícalo sobre los dientes y las encías adoloridos. El clavo adormece el dolor y puede ayudar a reducir la inflamación. También puedes combinar aceite de clavo y un poco de agua para hacer un enjuague bucal.
4. El extracto de vainilla contiene alcohol que puede adormecer el dolor de muelas. Puede aplicar esto directamente a tus dientes y encías varias veces al día según sea necesario.

¿Puede un dolor de muelas provocar otros síntomas?

Lo que crees que es un simple dolor de muelas en realidad puede incluir muchos otros síntomas. Estos pueden variar desde un dolor de muelas constante hasta un dolor agudo o palpitante. Puedes experimentar hinchazón y enrojecimiento alrededor del diente que te duele, e incluso saborear un horrible drenaje proveniente de un diente infectado. Puede seguir fiebres y/o dolores de cabeza. Si experimentas alguno de estos síntomas, seguramente querrás hacer una cita con tu dentista lo antes posible.

¿Necesito visitar a mi dentista?

Puedes pensar que puedes controlar el dolor con un poco de ibuprofeno y practicando algunas de las sugerencias anteriores, pero debes pedir una cita con tu dentista lo antes posible si estás experimentando:

• Dolor de muelas severo
• Dolor de muelas que dura más de 1-2 días
• Estás experimentando fiebre
• El dolor se mueve alrededor de tus oídos

Es importante saber que lo que sea que esté causando el dolor de muelas puede extenderse muy rápidamente a otras partes de la cara, el cráneo, el cerebro e incluso al torrente sanguíneo. Haz que sea una prioridad visitar a tu dentista para que la causa de tu dolor pueda ser diagnosticada y tratada adecuadamente. Además, querrás deshacerte de ese dolor tan pronto como puedas. ¡No esperes más para visitar a tu dentista!

En la clínica, nos enfocamos en brindar atención dental segura y de calidad. Llama hoy si tienes inquietudes sobre el dolor de dientes o si necesitas programar una limpieza dental y un examen para ti y tu familia.

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