La masticación conforma la primera etapa del proceso digestivo que tiene como finalidad moler y triturar la comida antes de ser ingerida, lo que hace más fácil tragarla así como la digestión y asimilación de los nutrientes.
La boca y, en especial, los dientes son esenciales en este proceso donde un acto coordinado de las piezas dentales, cortando y triturando los alimentos, gracias a los movimientos de las mandíbulas, la lengua y los labios hacen posible esta acción básica y esencial del ser humano.
Cada uno de los dientes tiene una función específica, como ya contábamos en nuestro post anterior: así los incisivos permiten seccionar y seccionar los alimentos; los colmillos o caninos sirven para desgarrar la comida, y los premolares o molares, que como su propio nombre indica, muelen los alimentos.
Los movimientos de las mandíbulas permiten, mediante los dientes superiores e inferiores, realizar el cortado, triturado y molido de los alimentos.
A ello se suma el papel de la saliva y la lengua que mezclan los alimentos conformando lo que conoce como bolo alimenticio, que facilita la ingesta por el esófago.
¿Por qué debemos masticar correctamente?
Una correcta masticación tiene numerosos beneficios:
– Cuanto más mastiquemos, más reducidos serán los pedazos de comida por lo que serán más fáciles de ingerir y digerir.
– Una mejor masticación facilita la liberación de los nutrientes de la comida. Si además nos tomamos nuestro tiempo para hacerlo dejamos que el cerebro reconozca los alimentos y envíe la señal al estómago para la liberación de los jugos gástricos.
– Si masticamos de forma insuficiente o demasiado deprisa favorecemos el sobrepeso así como la aparición de gases, el dolor de estómago, el reflujo gastroesofágico o el estreñimiento, entre otros.
– Si dedicamos un tiempo a masticar, sin prisa, los alimentos nuestra sensación de saciedad al comer llegará con tiempo suficiente al cerebro para evitar comer más de la cuenta.
– Evitar ingerir trozos grandes facilita la masticación y deglución. Si te faltan piezas dentales la dificultad se acrecienta, así como si tienes problemas bucodentales. Por ello es esencial una correcta y adecuada higiene dental diaria y realizar revisiones periódicas a nuestro odontólogo de confianza.
Fotografía: www.freedigitalphotos.net
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