Observen esta dulce enumeración: torrijas, pestiños, monas de pascua, leche frita, gañotes buñuelos… Todos ellos casarían perfectamente en el plato del postre durante estos días de Semana Santa. En casa de la abuela, en nuestro retiro vacacional o en el domicilio propio. Y cada maestrillo, además, con su librillo de recetas.
Quieran o no, para muchos estos días será un tiempo en el que levanten el pie a la hora de comer de forma saludable y, quizás, en los que la ingesta de azúcar sea mucho más alta que de costumbre.
Las bacterias que se pueden acumular en la boca convierten el azúcar que introducimos en la misma en ácidos, que, por su potencia, pueden contribuir a la disolución del esmalte que cubre los dientes, lo que dejaría el camino más libre a las caries para que hicieran acto de aparición.
Por todo ello, he aquí una serie de recomendaciones que pueden servir de ayuda contra esos ‘pecadillos’ propios de Semana Santa y que pueden ser útiles para nuestros niños, pero también para los adultos:
– No descuidar en estos días de descanso el habitual cepillado de dientes. ¡No olvides llevar tu pack de higiene bucodental a tu retiro vacacional!
– Procura lavar tus dientes inmediatamente de comer alimentos ricos en azúcares, ya que durante los primeros minutos es cuando existe mayor riesgo de exposición a los riesgos aparejados.
– Los peores dulces para evitar las caries son aquellos que, por sus características, tienden a permanecer mayor tiempo en la boca: golosinas, miel, chocolate…
– Evita picar entre horas.
– Mastica chicle (sin azúcar) después de comer dulces, ya que produce mayor salivación y, por ende, permite combatir mejor las posibles caries.
Y recuerda: aunque el azúcar es uno de los principales enemigos de la salud bucodental, no es el único alimento que puede provocar caries.
¡Que disfrutéis de estos días de Semana Santa!
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