Primeramente, me gustaría aclarar que la Xerostomía, o sequedad en la boca, no es una enfermedad en sí, sino que es una situación clínica a la que llegamos de varias formas.
Existen dos tipos de xerostomía en función de la actividad glandular:
Xerostomía Reversible: La actividad glandular es baja, pero podemos volver a estimularla. Se produce en mayor medida por el consumo de fármacos, café, tabaco, u otros productos.
Xerostomía Irreversible: En este caso se ha producido un daño grave y sin posibilidad de reparar. Este daño es producido por enfermedades como el Síndrome de Sjögren, o por las radiaciones directas en pacientes con cáncer de cuello, cáncer de cabeza,…
Otros factores ambientales pueden provocar que sintamos la boca seca, como por ejemplo:
- Hablar en público. Al pasar mucho tiempo hablando necesitamos incrementar la salivación para poder vocalizar bien. Es por ello que si hablas en público, haz pequeñas pausas para beber agua.
- Situaciones de estrés, de ansiedad, depresión,… afectan al sistema nervioso central, y nuestras glándulas se ven afectadas en la producción de saliva.
- La terapia con determinados fármacos como los antihistamínicos, antihipertensivos, diuréticos; y fármacos oncológicos, tienen como efectos colaterales la disminución de la saliva e incluso la atrofia de las glándulas mucosas.
- Ante la falta de piezas dentales, se produce una disminución de estímulos en la boca que derivan en una menor salivación.
- Ingerir demasiados hidratos de carbono en una dieta desequilibrada y deficiente en vitaminas.
Y como no, el tabaco y alcohol, que disminuyen la producción de saliva, inhibiendo la transmisión de impulsos nerviosos.
Desde Clínica Dental Arancha Otero, te aconsejamos que ante cualquier síntoma de Xerostomía acudas a tu Dentista de Confianza para una consulta y revisión.
By Dr. Arancha Otero
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