El maltrato es una de las lacras de nuestra sociedad y si es infantil, la gravedad aumenta exponencialmente. Las lesiones ocasionadas por el maltrato en un niño pueden ser físicas y también mentales, y las secuelas a largo plazo influirán de lleno en el futuro como adulto. Más allá de la educación, que es la base y esencia para concienciar de esta lacra y erradicarla en la sociedad a largo plazo, es clave la detección y notificación de estos casos para poder combatirla.
En este sentido, cabe señalar que la mitad de las lesiones físicas del maltrato en el niño se producen en la cabeza y el cuello, según los estudios. Algunas de ellas en la parte bucofacial, de ahí la importancia de los odontólogos a la hora de detectar, diagnosticar, intervenir y denunciar posibles casos de maltrato.
Los signos por traumatismos en esta zona ascienden al 65% y son variados. Los más frecuentes son fracturas de piezas dentales debido a los golpes, en especial en los incisivos superiores que son los más expuestos. No todos los golpes van a ser originados por el maltrato, pueden ser fruto de un accidente, pero pueden levantar la sospecha y el dentista puede cotejarlo con otros signos para descartarlo o descartarlo. Entre las evidencias más destacadas están las lesiones en la cavidad bucal, mordeduras, heridas cutáneas o quemaduras.
Asimismo, puede presentar lesiones intrabucales. Las más frecuentes son contusiones, luxaciones (en el caso de la mandíbula), rotura del frenillo lingual o laceraciones mucosas generadas por situaciones en las que se obliga al pequeño a comer (introduciendo bruscamente la cuchara en la boca) o tapándole la boca de forma tosca para que no llore.
Además de la exploración, el examen radiológico puede ser muy útil ya que el 50% de las víctimas suelen ser maltratados repetidamente, por lo que una radiografía puede revelar fracturas previas y consolidadas.
Por todo ello, quizá el odontólogo sea el profesional con mayor probabilidad de reconocer el maltrato infantil.
A esto se une que los padres que maltratan a sus hijos rara vez repiten de médico pero no son tan precavidos en el caso de los dentistas.
No obstante, todos los profesionales de medicina primaria deberían tener conocimientos y la preparación necesaria para reconocer posibles signos de maltrato ya que su alerta evitará la repetición incluso la muerte, en los peores casos. De ahí la importancia de concienciar a profesionales de la medicina general así como a los odontólogos en su papel destacado en esta lucha.
Imagen: www. freedigitalphotos.net
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