La semana pasada os relatábamos a través de otro post del blog de la Clínica Arancha Otero de Ávila en qué consiste un empaste dental y la metodología para realizar este tratamiento. En esta segunda parte que ahora estáis leyendo nos detendremos en el tipo de empastes existentes, los materiales que se utilizan en los mismos y, también, cuándo es necesario o recomendable recurrir a él.
Tipos de empastes
Hay dos tipos de empastes, determinados por el material empleado: los de metal y los de resina.
- Empastes de metal. Están formados por amalgamas de metales como plata, oro, cobre y estaño. En algunos casos se ha utilizado el mercurio, aunque muchos países han prohibido su uso con este fin por su supuesta toxicidad. Los empastes metálicos suelen tener mayor duración (hasta tres décadas), pero, sin embargo, a nivel estético se visualizan con otro color distinto al de la pieza dental. 2.
- Empastes de resina. Están compuestos por resinas, materiales plásticos y cerámicos. Tienen una menor duración que los metálicos. De hecho, su duración no suele ir más allá de una década. Por el contrario, y por sus características, permiten conservar una mejor estética, ya que su apariencia es muy similar a la de la pieza dental y, por tanto, pasan más desapercibidos. Por eso estos empastes de resina son más habituales para las piezas dentales delanteras y frontales, que son las más visibles.
La durabilidad del empaste estará determinada, y además de lo reflejado anteriormente, por la higiene bucodental que llevemos. Si la descuidamos, su deterioro se acelerará.
Uso de los materiales
¿Por qué estos materiales son ideales para la realización de empastes? Sus características son aptas para ejercer como relleno de forma eficaz y duradera. Éstas son algunas de ellas:
- Excelente relación calidad-eficacia/coste
- Son sencillos de colocar
- Gran durabilidad
- No se produce daño al tejido dental
- No sufren rechazo por parte de nuestro organismo
- Resisten a la corrosión y a la decoloración
- Buena estética y cierta ‘invisibilidad’ (en el caso de las resinas)
- Protegen de bacterias y de que se alojen restos de comida
- Compatibles con la masticación y la mordida
¿Cuándo no podemos recurrir al empaste dental?
No siempre es posible o recomendable recurrir al empaste dental para poner remedio a una caries u otro problema dental. Si el daño causado en la pieza dental es grande, es posible que el empaste no sea la solución –por ineficaz- y haya que recurrir a otros tratamientos, como las coronas dentales, implantes, puentes o endodoncias. Pero esa es otra historia…
Fotografía: www.freedigitalphotos.net
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