Celebrar un día tomándose una no tendrá un gran impacto en su salud bucal general, pero cuando bebes con regularidad, puedes comenzar a afectar tus dientes y encías. Si bien los riesgos son mayores para los bebedores empedernidos, incluso beber con moderación puede causar problemas de salud bucal. Esto es lo que debes saber.
Alcohol y Azúcar
El alcohol y el azúcar van de la mano. Muchos de los cócteles artesanales que se sirven en bares y restaurantes se mezclan con jarabes azucarados y refrescos, e incluso un vino naturalmente dulce como el oporto puede contener hasta ocho gramos de azúcar por una porción de cinco onzas, y la mayoría de las personas beben más de cinco onzas.
Comer alimentos azucarados no es bueno para los dientes, pero las bebidas dulces son aún peores. Esto se debe a que los líquidos cubren completamente todos los dientes con azúcar, sin dejar ningún rincón sin tocar. Si su cóctel de elección también contiene un chorrito de limón, es un doble golpe para su salud dental: el ácido de los cítricos erosiona el esmalte dental, mientras que el azúcar alimenta las bacterias que causan las caries.
Cuando elijas beber, es una buena idea cepillarte los dientes después si estás en casa o seguir tu cóctel o vino con un vaso de agua cuando salgas para ayudar a enjuagar parte del azúcar.
Tinción
Todos sabemos que el vino tinto provoca decoloración, pero ese no es el único culpable cuando se trata de manchas. La cebada y las maltas utilizadas para elaborar cervezas más oscuras también pueden convertir los blancos nacarados en un gris más apagado con el tiempo.
El ácido del alcohol desgasta el esmalte dental, una vez que el esmalte dental se ha visto comprometido, es fácil que las bebidas de colores oscuros, como el vino tinto y las cervezas oscuras, causen opacidad y manchas. Nuevamente, la mejor manera de protegerse contra las manchas es cepillarse después de beber, pero cuando esto no sea posible, beba agua entre bebidas. Si tus dientes están manchados, considere la posibilidad de realizar tratamientos de blanqueamiento dental en el consultorio para obtener mejores resultados.
Boca seca
El alcohol seca la boca, lo que es una mala noticia para la salud bucal. La saliva juega un papel importante en mantener los dientes sanos: elimina la placa y las bacterias a lo largo del día. Como ya hemos comentado, el alcohol contiene azúcar, ácido y taninos que trabajan juntos para causar problemas dentales. Combina eso con la falta de saliva para diluir y enjuagar estos compuestos y el escenario está listo para un daño aún mayor a los dientes.
Es importante mantenerse hidratado cuando bebes alcohol bebiendo también agua. Masticar chicle sin azúcar o chupar una pastilla sin azúcar puede ayudar a aumentar la producción de saliva temporalmente, pero mantenerse hidratado es la mejor solución.
La línea de fondo
El alcohol con moderación puede afectar tus dientes, pero puedes tomar medidas simples para mitigar el daño, como cepillarte los dientes después de beber o enjuagarte con agua. Los pacientes con trastorno por consumo de alcohol pueden ver un impacto más grave en su salud bucal, tienen tres veces más probabilidades de sufrir una pérdida permanente de dientes y también aumenta su riesgo de sufrir enfermedades de las encías, caries e incluso cáncer bucal.
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