La buena y plena salud bucodental es muy difícil de garantizar. Y mucho más si metemos de por medio patrones genéticos. Sin embargo, sí existen unos preceptos que, de cumplirse, nos estarían garantizando una protección y prevención para el bienestar de nuestros dientes y encías, y que podemos clasificar en cinco acciones: cepillado de dientes, uso de hilo dental, de enjuague bucal, acudir al dentista periódicamente para la revisión bucodental y una cuidada alimentación.
Si los cumplimos con regularidad y disciplina, estaremos asegurando una buena salud de nuestros dientes y encías durante prácticamente toda la vida. Analicémoslos por separado:
– Cepillado de dientes. Se trata de la acción más habitual y, también, conocida en la higiene bucodental. Es importante cepillarse los dientes después de cada comida, lo que propiciará que lo hagamos unas tres veces al día. Es especialmente importante por la noche, antes de irnos a dormir.
– Hilo dental. Con el hilo dental retiraremos restos de alimentos que han podido quedar alojados entre los dientes a los que el cepillo de dientes no ha podido llegar. Hay que hacer uso de él con cierto cuidado, presionando sobre las piezas dentales y no sobre las encías para no dañarlas. En este post te recordamos cómo debes hacerlo.
– Enjuague bucal. Nunca debe de sustituir al cepillado de dientes, sino ser un complemento efectivo. Se puede utilizar a diario. En este post te recordamos cómo hacerlo.
– Revisiones en el dentista. Las revisiones periódicas es un aspecto fundamental de cara a prevenir posibles patologías bucodentales. Y si las evitamos, también evitaremos los pertinentes tratamientos, con el consiguiente ahorro para el bolsillo. Desde la Clínica dental Arancha Otero de Ávila recomendamos acudir al dentista al menos dos veces al año. En este post te proponemos un calendario de cuidado de dientes y encías.
– Alimentación. Una dieta y alimentación adecuadas contribuirán a nuestra buena salud bucodental. Deberemos de evitar el consumo excesivo de azúcar y de elementos ricos en agentes ácidos, ya que pueden dañar el esmalte dental.
Fotografía: www.freedigitalphotos.net
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