Para las personas a las que les falta uno o varios dientes, los implantes dentales son la opción de reemplazo dental más efectiva disponible. No solo se ven y se sienten más naturales que las dentaduras postizas y los puentes, sino que también son más resistentes, fuertes y duraderos. Los implantes dentales son la única solución de reemplazo de dientes que imita toda la estructura del diente, desde la raíz hasta la corona, lo que les brinda la ventaja adicional de fortalecer la mandíbula. Debido a que los implantes dentales involucran un poste de titanio que se inserta quirúrgicamente en la mandíbula, los candidatos deben tener suficiente hueso maxilar para sostener el implante. Desafortunadamente, la pérdida de la mandíbula es común en personas a las que les faltan dientes desde hace mucho tiempo, incluso si han usado otras soluciones de reemplazo de dientes. Entonces, ¿qué causa la pérdida ósea en los dientes? ¿Se puede solucionar?
¿Qué causa la pérdida de hueso en los dientes?
Las cuatro causas principales de la pérdida de la mandíbula incluyen:
1. Dientes perdidos
La falta de dientes es una de las principales causas de la pérdida de la mandíbula. Los dientes y la mandíbula tienen una relación mutuamente beneficiosa. El maxilar ancla los dientes en su lugar y les proporciona la estabilidad para morder y masticar. La presión de morder y masticar a su vez estimula la mandíbula, reforzándola y manteniéndola sana y fuerte.
Cuando se cae o se extrae un diente, la mandíbula ya no recibe la estimulación de morder y masticar en esa zona. En poco tiempo, el cuerpo comienza a reabsorber los minerales que componen las células óseas, distribuyéndolos a otras áreas donde son más necesarios. Esto hace que la mandíbula se atrofie (encoja) y sucede bastante rápido. Dentro del primer año después de la extracción, se pierde aproximadamente el 25% del hueso del área. Aunque la tasa de atrofia disminuye después de aproximadamente 18 meses, continúa después de ese tiempo.
2. Enfermedad periodontal
La enfermedad de las encías es otra causa importante de la pérdida de la mandíbula. Durante la etapa inicial, la gingivitis, las encías se inflaman y se vuelven sensibles, y pueden sangrar al cepillarse, pero es reversible con el cuidado dental adecuado. Sin embargo, si no se trata, la gingivitis se convierte en periodontitis o enfermedad avanzada de las encías, que implica una infección debajo de la línea de las encías. Con el cuidado adecuado, la periodontitis se puede detener pero no revertir. El daño de la periodontitis puede incluir encías retraídas, mal aliento, ligamentos dañados y pérdida ósea. Los candidatos calificados para implantes dentales no pueden tener enfermedad periodontal activa.
3. Infección dental
Las infecciones dentales a menudo resultan en una gran cantidad de dolor que hace que el individuo busque tratamiento de inmediato. Pero algunas infecciones dentales son asintomáticas y pueden pasar completamente desapercibidas. A pesar de la falta de dolor, la infección aún causará daño, ya que las bacterias dentro de la raíz del diente crean toxinas inflamatorias que se propagan a la mandíbula, lo que reduce el flujo de sangre al área y hace que se encoja.
4. Tumores y quistes
Los tumores, quistes y otras anomalías también pueden afectar la salud de la mandíbula. Hay diferentes tipos de crecimientos que pueden ser responsables de la pérdida de la mandíbula, incluidos quistes llenos de líquido y tumores benignos o cancerosos formados por células que se dividen a un ritmo anormal.
La pérdida de la mandíbula es silenciosa y puede pasar desapercibida hasta que los dientes se aflojen. Esta es una de las muchas razones de la importancia de las visitas regulares al dentista. A través de radiografías y otros exámenes, su dentista detectará signos de problemas dentales en sus primeras etapas, evitando así daños y complicaciones posteriores.
Tratamiento para la pérdida de la mandíbula
El mejor tratamiento para la pérdida de la mandíbula dependerá de su causa. Ya sea que la pérdida de la mandíbula sea causada por una infección en las encías, los dientes o el hueso, la infección debe tratarse primero. Si la pérdida ósea es causada por un tumor, un quiste u otro crecimiento, también será necesario tratarlo primero. Una vez que se ha abordado la causa de la pérdida ósea, se puede usar un injerto óseo dental para reconstruir la mandíbula y prepararlo para los implantes dentales. El injerto óseo te ayudará a convertirse en un mejor candidato para los implantes dentales, pero es importante recordar que el injerto óseo deberá sanar durante unos meses antes de que se pueda colocar el implante.
.
En la Clínica Arancha Otero, somos expertos en tratamientos de salud dental. Para más información no dude en acudir a nuestra clínica.
Deja un comentario