A menudo se tiende a pensar que los dientes son lo mismo que los huesos. Comparten esa tonalidad blanquecina y son de un tejido duro y resistente, pero no, no son lo mismo. Aunque son diferentes, comparten un componente fundamental, la hidroxiapatita, un mineral formado por fosfato de calcio. La principal diferencia entre los dientes y los huesos reside en que estos últimos cuando se rompen tienen la capacidad de regenerarse gracias al colágeno que poseen, algo que los dientes no, y cuando se rompen no vuelve a crecer esa parte, sino que tenemos que ir a un dentista a que lo repare debidamente.
Además de la hidroxiapatita, los dientes contienen calcio, fosforo y magnesio. Estos minerales les otorgan la dureza y resistencia característica, por eso es sumamente importante que en nuestra dieta ingiramos alimentos con esos componentes.
Las diferentes partes de un diente
Aunque a simple vista parezcan un único ente opaco, las piezas dentales tienen estructuras diferenciadas:
Esmalte dental: se trata de la cubierta protectora blanca que existe alrededor de los dientes, el compuesto más duro de nuestro organismo. La conforma principalmente la hidroxiapatita, que aunque no es soluble en agua si lo es frente a los ácidos, por eso es fundamental evitar bebidas o alimentos demasiado ácidos y también evitar el azucar, ya que las bacterias descomponen la glucosa en ácido.
Dentina: sustenta la mayor parte del diente, es una sustancia de un color amarillento que le proporciona esa tonalidad característica a la dentadura. También está conformada por hidroxiapatita, pero en mucha menos medida que el esmalte, por lo que es un tejido más débil.
Cemento: nexo de unión de la raíz del diente al hueso alveolar mediante el ligamento periodontal. Se trata de una cubierta sobre la raíz del diente muy dura, formada también por hidroxiapatita, que fija y da estabilidad a la pieza.
Pulpa: tejido situado en el interior del diente conformado por una gran cantidad de vasos sanguíneos y nervios que proporcionan el riego sanguíneo. Gracias a este tejido se otorga sensibilidad al diente.
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