Si has experimentado sensibilidad a las temperaturas frías y calientes, sensibilidad al masticar y morder, hinchazón en las encías y las mejillas, dolor de muelas pulsátil y persistente y fiebre, es muy probable que tengas un absceso dental. Antes de visitar a tu dentista, lo cual siempre es obligatorio cuando se trata un absceso, estos son algunos de los remedios para dientes con absceso que deberían aliviar el dolor antes de tu visita.
Tratamientos caseros para el absceso
La infección dentro de la pulpa de nuestros dientes puede causar angustia y dolor severos. Tener que esperar para el viaje al dentista es a menudo extremadamente difícil, por lo tanto, querrás aliviar el dolor de dientes y encías. Estos son algunos de los remedios que puedes aplicar. Se consciente de todos los efectos positivos y negativos del remedio elegido antes de optar por él.
- Enjuague bucal de agua salada: este es el método preferido más comúnmente utilizado para el tratamiento del absceso dental. Enjuagar con agua salada puede ayudar a eliminar el pus y las bacterias de un absceso y aliviar el dolor. A pesar del alivio temporal y el impacto beneficioso, el agua salada por sí sola no es suficiente para eliminar por completo la infección.
- Bolsa de hielo: tradicionalmente utilizada para el dolor de muelas, una compresa fría o una bolsa de hielo son una ayuda útil cuando se trata de un absceso. La temperatura fría ayuda con el dolor y la hinchazón, pero no trata directamente la fuente de infección. Sin embargo, realmente ayuda si tienes que esperar antes de la visita programada al dentista.
- Aceite de clavo: ya sea concentrado en forma de aceite esencial de clavo o ya diluido, el clavo se puede usar para aliviar el dolor y tratar el área infectada. La planta está relacionada con propiedades antiinflamatorias y antibacterianas y puede usarse para el tratamiento de abscesos de dos maneras: aplicando directamente el aceite de clavo en el área infectada o usando el enjuague bucal con aceite de clavo. Ten en cuenta que no debe usar clavo de olor más de 3 veces al día.
- Bicarbonato de sodio: este es definitivamente uno de los remedios caseros más accesibles y disponibles para la infección dental. La probabilidad de tener un poco de bicarbonato de sodio en tu cocina lo convierte en un buen primer aliado para aliviar el dolor de un absceso dental. Usa cucharada y media en media taza de agua, mezcla bien y luego enjuagate bien la boca durante un par de minutos. Repite hasta agotar completamente la mezcla de la taza, hasta dos veces al día.
- Aceite de orégano: sí, todos estamos acostumbrados a la especia al comer pizza, pero el aceite esencial de orégano es excelente para el tratamiento de infecciones bacterianas. Principalmente porque el orégano es un excelente remedio natural antibacteriano y también antioxidante. Para que este truco funcione, necesitarás un aceite portador (aceite de oliva o aceite de semilla de uva, ambos comúnmente disponibles). Debes mezclar un par de gotas en 1 cucharada de aceite portador y aplicar la solución con el hisopo de algodón en el área afectada. El alivio es instantáneo, pero limita el procedimiento hasta 3 rondas por día.
¿Qué hacer si tengo un absceso?
Tu primera parada siempre es planificar la primera visita a la consulta del dentista. Aunque los síntomas sean leves, ten en cuenta que el empeoramiento de la infección podría costarte la muela y provocar fiebre y otras complicaciones. Mientras tanto, usa los remedios para abscesos dentales descritos anteriormente para aliviar el dolor y combatir la infección.
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En la Clínica Arancha Otero, somos expertos en tratamientos de salud dental. Para más información no dude en acudir a nuestra clínica.
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