Algunos alimentos pueden actuar negativamente contra nuestra salud bucodental. Por ello es necesario tenerlo y cuenta y moderar su consumo, ya que podríamos estar favoreciendo la aparición de caries, y de otras enfermedades bucodentales, así que debemos moderar su consumo y tomar las precauciones adecuadas tras ser ingeridos.
Dulces y caramelos: La sacarosa de estos alimentos ayuda a las bacterias a la producción de ácido, que desgastan el esmalte y produce la caries.
Por otro lado, suelen quedarse restos entre los dientes por la propia textura que tienen, lo que favorecerá aun más la formación de la caries por la acción de las bacterias.
Recordad cepillarse los dientes después de ingerir cualquier tipo de dulce.
- Refrescos, zumos industriales y bebidas energéticas: Este tipo de bebidas son doblemente negativas para nuestra boca.
Por un lado son productos con mucha sacarosa, y además son muy ácidos y el consumo prolongado puede disolver el esmalte de los dientes.
El resultado final es un diente expuesto a la caries sin protección.
- Cítricos y vinagre: Los ácidos de estos alimentos erosionan los dientes poco a poco, ya que los desmineralizan. Con el tiempo, el ácido va dejando al diente cada vez con menor protección, y podremos empezar a notar una hipersensibilidad en los dientes que nos avisa del riesgo que ya estamos corriendo.
Un forma de diminuir este efecto sobre los dientes es ingerir sus zumos con una pajita para evitar el ácido pase por los dientes.
En el caso de los vinagres, aunque sea “dulce” sigue estando formado ácidos.
Recordad, al igual que con los dulces, cepillarse los dientes después de ingerirlos. Pero en este caso, se recomienda esperar una media hora y no hacerlo inmediatamente.
- Vino Blanco: El vino blanco es un producto con una acidez considerable, y puede actuar negativamente en nuestros dientes.
- Vino Tinto: El vino tinto mancha los dientes por su composición química, aunque es menos ácido que el vino blanco.
- Alcohol: El alcohol deshidrata nuestro cuerpo, y por lo tanto merma nuestra capacidad de producir saliva, y por lo tanto, merma nuestra capacidad de protección de nuestra boca de los ácidos de otros alimentos.
Recuerda que si quieres mantener tu salud bucondental y la de tu familia, lo mejor es siempre acudir a tu Dentista de Confianza para realizar revisiones periódicas.
By Dra. Arancha Otero
Deja un comentario