El avance en el tiempo nos ofrece constantes progresos sobre servicios y objetos ya inventados con anterioridad. Y sobre una cosa tan sencilla como un chicle también se han dado unos cuantos pasos hacia delante.
Tanto, que han pasado de no ser muy recomendados para la salud bucodental a ser un eficaz instrumento contra las caries. Siempre sin azúcar, claro, que, precisamente, forma parte de ese refinamiento y progreso en la goma de mascar sin merma de calidad.
Así, si tenemos costumbre de mascar chicle sin azúcar, podemos encontrarnos con una serie de beneficios para nuestra salud bucodental:
– Nos libera de la sensación de boca seca.
– Efecto anticaries. El chicle puede ayudar a prevenir la caries al ser capaz de producir más saliva, lo que, a su vez, eleva los niveles de PH que protegen los dientes de la acción de los ácidos, que pueden llegar a dañar el esmalte y, de estar forma, provocar la aparición de caries.
– El chicle también ayuda a remover los alimentos que han quedado entre los dientes después de comer.
– El consumo de chicle está relacionado con la halitosis, ya que es un método eficaz para paliar el mal aliento.
– Puede ser una excusa para ejercitar las mandíbulas y encías. También puede evitar tendencias hacia el bruxismo.
No debemos olvidar, no obstante, que el consumo del chicle no sustituye, ni mucho menos, al cepillado dental ni al uso de otros elementos como el hilo dental. ES una ayuda que debe de ser apoyada por una frecuente y eficaz higiene bucal.
Ya en épocas remotas se recurría con frecuencia a elementos como hojas, resina u otros para ‘placer’ de la boca. Y fue en la Segunda Guerra Mundial cuando los americanos popularizaron y extendieron el hábito de mascar goma.
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